Infancia imaginativa

Dreamworks lleva ya la friolera de 36 películas de animación, algunas de calibre certero, otras buenas y algunas mediocres pero siempre aprobadas a mi parecer. Situaría esta nueva obra bien valorada por la crítica en la zona de las mediocres pero aceptables. David Soren me sorprendió de buena manera con la infravalorada Turbo que a la par me pareció más entretenida con su competidora en Pixar 'Cars' pero tampoco es que ambas fueran algo realmente espectacular e ingenioso más allá del entretenimiento y el valor de superación. Esta vez David Soren coge un libro para niños y a Nicholas Stoller quien no lo hizo mal con Cigüeñas y hace un popurrí de Jimmy Neutron, Zipi y Zape y Carlitos y Snoopy con una pizca de Gru mi villano favorito para hacer una interesante y por momentos divertida parodia de superhéroes con momentos realmente memorables como el festival de pedos que es donde arranca carcajadas e incluso logra hacer sangre hacia los medios de la prensa cinéfila aparte de la crítica al sistema escolar ya sea en alumnos como profesores, ya que todos tenemos algo que mejorar en cada aspecto de nuestra vida. Los valores que transmite en el último acto son convencionales, típicos del género pero a la vez es necesario que nos recuerden el valor de la amistad, saber estar serios cuando hay que estarlo y por supuesto el comportamiento en general que nunca carezca de una sonrisa que siempre es saludable. No es una gran película ni abre una brecha en el género, para pasar el rato te dibujará una sonrisa pasaratos. Sin mayor pretensión se disfruta como se olvidará pronto pero hay que valorar la rotura de algunos tópicos en determinados momentos y el aprovechamiento de un presupuesto tan bajo en el cine de animación como ha sido de 38 millones. Interesante.