Este muerto está muy vivo

Resulta realmente difícil de lograr que un remake supere al film original, pero, a veces, se consigue. El problema llega cuando, a pesar de contar con un extra de "calidad", la nueva obra sigue siendo un producto lamentable. Ese es el caso de Cementerio de animales.

La película narra la historia de una familia que se muda a una nueva casa cerca de un bosque. Allí, gracias a un vecino, descubrirán que hay un terreno que hace que los muertos vuelvan a la vida. Sin embargo, no regresan exactamente igual?

Si bien los guionistas de esta nueva versión han incorporado ciertas novedades interesantes que habrán sorprendido a cualquier fan de la cinta original, han cedido a las presiones actuales del cine de terror moderno, cuyo requisito son veinte sustos por escena y muy poquito que ofrecer al espectador. La esperpéntica historia de Stephen King se sigue con cierto interés debido a su cuidado apartado estético y atrayente atmósfera, pero descarrila por completo en la segunda parte del metraje, en un tramo en el que reina la demencia más absoluta y convierte lo que antes eran sustos chapuceros en escenas de vergüenza ajena que llegan a provocar la carcajada del respetable. En definitiva, un proyecto que debería haberse quedado a dos metros bajo tierra y, al contrario que nuestros protagonistas, sin posibilidad de resurrección alguna.