Un esperpento cuqui
Sin spoilers
Cuando se hizo oficial que Billy Porter haría del Hada Madrina hubo "ataques" por redes que clamaban corrección de esta decisión a la producción, por realizar un cambio significativo al clásico de Disney. La producción se defendió afirmando que el personaje no tenía género y que iba a ser lo de menos, efectivamente tenían razón, ha sido el menor de los problemas de esta película.
Empecemos con lo más grave, la pérdida de identidad de la villana. La madrastra de Cenicienta se caracteriza por ser una persona cruel, despiadada y fría, aprovecha cada ocasión que tiene para humillarla y además disfruta con ello. En cambio, en esta adaptación eliminan su rol de malvada y la convierten en una especie de tutora un poquito estricta, en la que su forma de actuar con Ella se debe a que no quiere ver como fracasa intentando luchar por sus sueños como le paso a ella (Esta información es revelada en una escena de confesiones entre la madrastra y Ella). Priorizan empoderar a los dos personajes principales, aunque sea a costa de eliminar la confrontación Villana/Heroína y de todo aquello que define a Lady Tremaine. Solo de pensar que en la anterior adaptación la madrastra fue interpretada por la gran Cate Blanchett (la cuál hizo suyo el personaje y le dotó de una gran cantidad de matices) y compararlo con el trabajo de Idina Menzel (y del guion) es para echarse a llorar.
Este tipo de agresiones a la historia aparecen a lo largo de toda la cinta. Realmente hay un sinfín de personajes y de escenas de relleno e innecesarias, que no aportan nada al filme, pero que eso sí, están llenas de inclusión racial y de empoderamiento femenino. Llega a ser tan irritante el nulo rigor histórico que me pregunto ¿en qué momento le pareció a Kay Cannon (directora y guionista de Cenicienta) buena idea introducir conceptos de empoderamiento de la mujer en una película ambientada en una época medieval?, ¿por qué hay prácticamente una equidad entre el número de personas racializadas y las que no lo son?, ¿Cenicienta no es una película en la que se deban de incluir esta clase de propagandas, para eso haber creado una historia ambientada en la actualidad, en un pasado cercano o incluso futurista, tenía opciones de sobra para no divergir de la realidad de la cinta, pero como suele pasar últimamente, prima la propaganda ideológica.
Algunos ejemplos de estas situaciones en la cinta son: El pregonero y su grupo (salen en 2/3 escenas, no aportan nada y además utilizan instrumentos que no existían en ese momento), la escena del coro de palacio en la discusión entre el rey y su hijo ¿en serio?, la princesa Gwen y todas y cada una de sus escenas hablando de energías renovables y de otorgar a dedo "contratos" para favorecer a ciertas clases, ¡Qué está en el jodido medievo por favor!, también está la escena en la que Ella se va corriendo a las 12, que en lugar de perder el zapato, como está empoderada se lo lanza a alguien de la corte a darle, éste se aparta, pero el zapato de cristal mágicamente no se rompe. Otra de las cosas que chirría en el filme son las sobreactuaciones de todo el elenco, especialmente de Camila Cabello, Idina Menzel, las hermanastras y James Corden y los otros 2 ratones, parece que haya elegido el reparto Jim Carrey, no obstante, al menos es agradable oírlas cantar (a Ella y a la madrastra).
En fin, una película llena de incoherencias y que no se salva ni desde el punto de vista artístico. No recomendable ni por mero entretenimiento.
Críticas de los usuarios
DrHannibal
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