El colmo de lo meta

'Deadpool' tiene la ventaja de haber sido una película honesta desde su propia concepción. Fiel a un personaje muy querido por su base de fans, ajustada a un estilo gamberro y violento que apela a un público joven, en muchas ocasiones infantil (no niños, adolescentes). Ryan Reynolds pone toda su carne en el asador (literalmente incluso) para llevar a buen puerto un proyecto que gira en torno a él y un buen personaje. Es su redención como estrella de cine comercial, pero la película a veces no pasa de historia de origen de superhéroe algo pasada de rosca. A veces divierte, otras veces solo no molesta. Hay aciertos y fallos, pero en los aciertos hay unas ganas de pasárselo bien y de hacer que el público se lo pase bien, y con resultados, que uno le perdona el no saber controlar sus gases. Literalmente, en una ocasión.