
Pura melancolía
Con spoilers
Max, un niño inquieto e hiperactivo vive con su hermana adolescente y con su madre divorciada, ambas no le hacen mucho caso. Incomprendido, decide irse de su casa y viajará hacia una isla donde los monstruos son sus únicos habitantes. Todos los monstruos deciden nombrar a Max el rey del lugar.
Max Records, el niño que interpreta al protagonista, está genial en su papel. Su cara trasmite la tristeza, la melancolía y la incomprensión que recibe en su casa. En la isla, siendo rey de los monstruos, refleja la alegría que le conlleva ser libre de todo y de todos. No obstante, en la isla, no todo son alegrías, y en los momentos en que tiene que lidiar con los monstruos refleja a un niño valiente, reflexivo y melancólico. Pues ante todo, la película es pura melancolía.
Melancolía que seguro nos ha reflejado a todos el director y coguionista, el cual nos crea unos diálogos que hacen que esta película no sea la típica de niños sino de adultos, unos diálogos que nos cuenta la incomprensión de Max, la preocupación ante el cambio climático, la furia que no se puede controlar y que nos hace ser un horrible monstruo, el miedo de hacer las cosas mal, la tristeza, el hecho de nadie escuche cuando hablas, entre otros temas. Cada monstruo representa una debilidad humana, cosa que hace que los monstruos sean más reales. Magnífico guión que nos cuenta una moraleja diferente para cada persona, la es mía es que todos podemos ser monstruos, la cosa está no serlo siempre.
La banda sonora cumple un papel importante sobre todo en las escenas del velero en el mar, en la escena de la lucha con trozos de tierra y en la escena de la construcción del fuerte. La fotografía es excelente en toda la película, ya que nos muestra un vecindario nevado, un desierto con el calor sofocante típico de este paisaje, una playa solitaria y dramática llena de tranquilidad y paz, entre otros paisajes. Diferentes momentos con la misma sutilidad en la técnica, para mí destaca el momento donde Max está en su cama en su dormitorio con una maqueta sobre la tierra que después nos descubrirá y con el barco que Max desliza por las sábanas azules de su cama, todo ello preludio de lo que va a pasar. Esta escena no sería nada sin la música, importante elemento en toda la cinta con unos temas melancólicos y alegres que acompañaban perfectamente al argumento.
Grandes efectos especiales para crear a los monstruos, combinación perfecta de animatrónica, actores con los disfraces de los monstruos e imágenes hechas por ordenador. Los efectos especiales también son protagonistas en la escena de la lucha de tierra, caracterizada con rápidos movimientos de cámara.
Lo peor de la película es que muchas veces se hace densa como cuando los monstruos son presentados al espectador. Pero ante todo, recomendable película que deja una sensación de vacío al final como si todos nos hubiéramos dormido como la madre de Max en la escena final.
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