Diversión y superación

El protagonista de la estupenda Lock & Stock de Guy Ritchie vuelve a verse las caras con Matthew Vaughn (productor) y esta vez dirigiendo el señor Fletcher quien se nota que Vaughn ha estado algo detrás. Veo similitudes y estilo al Aaron Johnson de Kick-Ass y la banda sonora que es sensacional y mi favorita del año hasta la fecha donde se ve el ADN de Vaughn con el toque retro a la vez que humorístico en algunos momentos para adultos. Una película de superación, feel-good movie donde la cabezonería y la buena voluntad abundan en esta historia real con dos actores realmente carismáticos que sostienen con sus interpretaciones el ritmo vibrante de la película. Destacar también la notable fotografía, la ambientación ochentera y el cameo de Christopher Walken. A veces no es lo que cuenten sino como lo cuenten. Evidentemente las referencias por momentos a Billy Elliot (el padre negado, la cabezonería pese a las caídas o cierta canción) hacen que quizás no tenga mucha originalidad pero deja tan buen sabor de boca y invita a cumplir y luchar por tus sueños ya que nunca es tarde, y quizás eso ya lo hayamos visto muchas veces pero reitero que es una historia real, que no es una fantasía donde todo es de color de rosa. A veces el fracaso no es siempre el final o una derrota monumental sino puede ser superar una marca y empezar a acercarse al techo. Egerton domina el tema de la interpretación protagonista y espero más papeles porque aunque el tema pruebas y superación ya las haya realizado tanto en Kingsman como en Eddie el águila logra ser convincente y más con un Jackman con adn de Lobezno y de mentor cual padre en Acero puro. No esperes sorpresas en el guión, simplemente relájate porque esta película te puede alegrar el día si estás de bajón. Vaughn lo ha vuelto a hacer y si apadrina de esta forma a Fletcher podemos estar ante un gran director. Notable y una de mis favoritas del año hasta la fecha.