Morir por Goya

Durante los últimos años, hemos sido testigos de un claro boom de los thrillers españoles, con una factura técnica más apurada y densos guiones bien elaborados. Aunque la película que nos ocupa hoy intenta que la enmarquemos en esa categoría, cuenta con demasiadas carencias como para tomarla tan en serio como, con total seguridad, a sus responsables les gustaría.

El film sigue la pista de dos policías muy distintas, que se ven obligadas a trabajar juntas para dar caza a un peligroso asesino que, por algún extraño motivo, está recreando escenas de los célebres Caprichos de Goya en sus crímenes.

No cabe duda de que, para los amantes del arte y, más concretamente, de esas obras maestras del artista, la premisa es un gran reclamo; si bien esos cuadros son empleados de una forma demasiado superficial para que le puedan ser de interés a cualquier aficionado a la materia. Su primera mitad consigue engancharnos, pero el conjunto se va desinflando cuando la guionista pierde el rumbo y no parece tener muy claro qué le gustaría seguir contando. Aunque quizá lo más grave sea que, para tratarse de un thriller, se vea tan falto de nervio e intriga. Para colmo, el exceso de personajes hace que no se profundice lo suficiente en la psique de las protagonistas, ni en la del mismo antagonista. Una auténtica pena, pues casi todo podría haber estado mucho mejor aprovechado.