'El capital humano': El precio de una vida

Dividida en cuatro actos, cada uno aporta una visión diferente de los hechos. Akira Kurosawa innovó con ese formato de puesta en escena con 'Rash?mon'. En esta ocasión, Virzì lo divide en cuatro actos para explicar con detalle los sucesos que, a simple vista, engañan por su apariencia. Cada acto lleva a una perspectiva donde cada máscara enseña las peores caras de la clase media italiana, se muestran personajes egocéntricos, sumidos en su propio individualismo en forma de crítica de la ausencia de solidaridad colectiva, afán excesivo de superación donde el liberalismo económico ha cegado a la gente. Porque cada episodio muestra a un agente inmobiliario estafador, a un especulador de bolsa sin escrúpulos, a una actriz retirada que no asume sus responsabilidades como madre por tener un vacío existencial profundo, a una joven burguesa que ama a un chico con problemas psicológico y que no sabe cómo ayudarle.

Virzì teje toda la trama envuelta un suceso central, una tragedia que reflerá, incluso más, el modo de actuar de una sociedad fría. Y su objetivo lo consigue por la magistral interpretación del elenco. Cada uno de esos personajes es retratado con una naturalidad que asusta. Fabrizio Bentivoglio, Valeria Bruni Tedeschi, Fabrizio Gifuni, Valeria Golino y Matilde Gioli se convierten en víctimas y victimarios de un ejemplo oscuro de sociedad. En parte por una elegante forma de presentar la película, por una acertada de elección de personajes y actores y por tratar un tema que, desafortunadamente, está en el candelero a día de hoy; 'El capital humano' resulta una notable apuesta para visionar. Su resultado resulta un híbrido de, por ejemplo, 'Dos días, una noche', la última obra maestra de los Hermanos Dardenne, con 'Amores perros' de Alejandro González Iñárritu. Su última escena cierra el círculo con el que empezó, mostrando a un sistema donde una persona, un capital humano, tiene un precio. Una propuesta que conectará con el alma del público.