James Wan lo ha vuelto a hacer

¿Quién dijo que las segundas partes de películas de terror tenían que ser malas? James Wan se ha ganado a pulso su fama de maestro del terror moderno con 'Saw', 'Insidious' y esta 'Expediente Warren', que es su mejor creación hasta la fecha. Después del excelente ejercicio de estilo y narración y el absorbente festival de sustos que supuso la primera parte, Wan nos presenta el segundo gran caso del matrimonio Ed y Lorraine Warren, el famoso Poltergeist de Enfield, en Inglaterra. Y si no mejora a su predecesora, al menos la iguala.

El cambio de localización y de tipo de amenaza sobrenatural le da un aire distinto a la secuela, pero en el fondo sigue reproduciendo el esquema de la anterior (y de 'Insidious'). Sin embargo, 'El caso Enfield' compensa esta falta de originalidad con una buena labor en todos los departamentos de la película: la atmósfera vuelve a ser impecable, los movimientos de cámara de Wan de un gran virtuosismo, los sustos geniales (por mucho que quieras, no te libras de ellos, y llevan tanta planificación detrás que se distancian de los sobresaltos baratos de otras películas de este tipo), y lo más importante, en estas películas hay personajes y están interpretados por buenos actores.

Además de Patrick Wilson y Vera Farmiga, que están estupendos, hay que elogiar a la familia británica, con la pequeña Madison Wolfe haciendo un trabajo fantástico y Frances O'Connor aportando mucha intensidad dramática. Al final esto es lo que hace que 'Expediente Warren' funcione tan bien, que es algo más que una sucesión de sustos, hay preocupación por la historia y por los personajes, y esto hace que nos involucremos más. Wan ha encontrado la fórmula perfecta para que disfrutemos a lo grande pasando miedo, y para hacer la misma película una y otra vez y que no nos importe.