Negro porvenir

Con la llegada de algún que otro estreno español interesante, aterrizó de puntillas en nuestras salas una comedia nacional con conocidos actores. Durante su paso por el Festival de Málaga ya nos advirtieron de que, lo que veríamos, no iba a ser una buena película. Y no se equivocaban.

El film nos presenta a Carlos: un divorciado con dos hijos, incapaz de tomar las riendas de su vida y de llevarse bien con su familia. Para colmo, su trabajo tampoco le llena, ya que finge ser un adivino en un programa cutre de televisión local. El hombre tendrá que tomar una difícil decisión que cambie su vida para siempre.

Si bien se la puede haber criticado más de la cuenta por puro ensañamiento, al analizar El futuro ya no es lo que era vemos que tiene bastantes problemas. Observamos malas elecciones de casting, un recorrido argumental inconsistente y unos personajes cuya psique está irregularmente elaborada. Al principio, puede conseguir entretener, pero su media hora final es un desvarío que nunca sabe cuándo acabar, y eso se alarga hasta unas insufribles escenas en los créditos totalmente innecesarias. Desde luego, con productos así, el cine español ya no es lo que era.