En busca de respuestas

Esta vez Doug Liman deja el testigo a Paul Greengrass, el hombre que con el tiempo fue objeto de todas las miradas en Hollywood por su forma de hacer trepidantes cualquier thriller, sobretodo en su tramo final como pasa con United 93 y Capitán Phillips. En esta ocasión multiplicamos la primera y excelente hora del caso Bourne por diez durante toda la cinta. Amena, trepidante e intrigante y sobretodo intensa. Damon sigue como un Bourne escapando de todo pero a la vez en busca de respuestas, esas respuestas que no se contestaron del todo en su primera entrega y que definitivamente se contestarán en la tercera al completo. Este guión consigue arriesgar, ser más interesante y mantener un buen ritmo compaginado de una magnífica banda sonora. Destacar las intensas escenas de lucha y acción donde Greengrass pese a que sigo insistiendo en que se compre un trípode no consigue marear como en otras cintas que ha dirigido y mantener la tensión en el cuerpo a todo espectador o al menos en mi caso lo consigue. Evade más tópicos que la primera, sorprende en algunos giros bastante inesperados y poco habituales en este tipo de películas y deja muy buen sabor de boca para el fabuloso Ultimátum que no es Ultimátum porque el año que viene volvemos otra vez a la carga tras la irregular El legado de Bourne. Notable.