El Príncipe

Chile, 1970. En una noche de borrachera, Jaime, un joven de 20 años solitario y narcisista acuchilla a su mejor amigo en un aparente arrebato pasional. En la cárcel conoce a El Potro, un hombre mayor y respetado a quien se acerca necesitado de protección, ternura y reconocimiento. Jaime se convierte en El Príncipe y descubre el amor y la lealtad mientras asiste a la violenta lucha de poder en la prisión. Entre ambos se establece una relación que no solo es sexual, sino también de padrinazgo, protección y alguna clase de amor. Es una película de iniciaciones para un joven que poco conoce de la vida y que nunca ha salido de su espejo.

El film, que fue estrenado en la Semana de la Crítica de Venecia, haciéndose con el galardón Queer Lion, premio oficial a la mejor película de temática LGTB de todas las secciones del Festival, desarrolla y cumple con los tópicos de las películas de subgénero carcelario: ambiente cerrado, claustrofóbico, sordidez extrema en una prisión en desarrollo, sexo y otros muchos. También se estrenó tiempo después en el Festival de Cine de San Sebastián.

La cinta es la ópera prima del director Sebastián Muñoz, quien participa en el guión junto a Luis Barrales, y está basada en una novela de baja circulación escrita a principios de los 70 por Mario Cruz