La inmortalidad del Western

Muchos cinéfilos creyeron que tras John Ford, no había más del western. Y se equivocaron, porque después vino Hawks, y después Leone... y después Eastwood. Un género que contiene prácticamente todos los elementos del drama más clásico -el amor, el perdón, la redención, la ambición, la intriga, la pasión, la vanidad...- más un marco estético muy definido y redefinido en la historia del cine (y eso que fue un periodo de tiempo que casi no llegó aun siglo, desde 1803 hasta finales del siglo XIX...). Si bien es verdad que algunos directores/actores como Kevin Costner con su "Bailando con lobos" o Lawrence Kasdan con "Silverado" añadieron elementos externos a este tipo de películas -esto es, la metafísica y un sentido circense, respectivamente- se ha enriquecido notablemente este género, pero en realidad, desde "Sin Perdón" no se había hecho nada interesante (con algunas salvedades particulares como "Pozos de Ambición" o la reciente "El tren de las 3:10"). Ahora podremos decir sin temor a equivocarnos que otro título que merece figurar entre las mejores películas del western este esta adaptación de "The Appaloosa", novela escrita por Robert B. Parker, dirigida por un Ed Harris en estado de gracia, tanto en su labor como director -tras su honroso debut en "Pollock"- como delante de la cámara, recreando un personaje hosco, sombrío y probablemente uno de los más duros en la historia del cine. Con la amenaza de todos los tópicos que hemos visto en el género -cacique explotador, sheriff que llega al pueblo, ayudante abnegado, empresarios del lugar aterrorizados, amenazantes indios, una chica de carácter un tanto "alegre", y así un larguíiisimo etcétera- lo cierto es que el film sabe recrear casi todas las tendencias de este tipo de películas, desde el paisajismo monumental hasta los silencios y miradas amenazantes del spaghetti western, a lo que podemos sumar unos demoledores diálogos escritos por el propio Ed Harris y Robert Knott, que dejan temblando al más pintado: aquí la gente no se anda con chiquitas, sino que lo que tiene que ser, es. O por las buenas, o por las malas. La sobriedad en la realización, con un arranque potentísimo, pausado, al más puro estilo de "Hasta que llegó su hora", es la tónica general de una cinta que además cuenta con brillantísimas interpretaciones donde además de Ed Harris destaca con derecho propio un Viggo Mortenssen espectacular y un Jeremy Irons francamente miserable, alejado del tono "noble" habitual en todos los papeles que suelen ofrecerle. Esta es una película exquisita, digna de ser saboreada con toda la lentitud que requiere. Aunque cada película en si es digna de ser vista y evaluada por separado, sin haber contado con nada anteriormente y no tener referencias con ninguna otra película anterior, estoy seguro que si antes de ver "Appaloosa" se repasan títulos como "La diligencia", "Centauros del Desierto", "El hombre que mató a Liberty Valance", "La Muerte tenía un precio", "Los Siete Magníficos", "Sin Perdón", "Pozos de ambición" y "El tren de las 3:10", seguro que se apreciarán mucho mejor las excelencias de esta magnífica película, que supone una condensación de los mejores westerns de la historia del cine. No, no te asustes, que es así. Y probablemente no se reconozca -como le pasó a "Sin Perdón", hasta que pasen unos cinco o diez años, momento en que se convertirá en un clásico.