Cargado, Por Favor

Historia sobre la interminable batalla entre las fuerzas del bien, encargadas de mantener la vida, y las fuerzas del mal, que pretenden destruirla. Mary Katherine es una adolescente que intenta reanudar la relación con su padre, el Profesor Bomba, un científico cuya obsesión es descubrir una diminuta sociedad secreta que habita en el bosque. Esta idea a su hija le parece disparatada hasta que, inesperadamente, es transportada a ese universo secreto, donde se está librando una batalla entre los Hombres Hoja y los Boggans.

El cine de animación ha dado un tremendo salto en los últimos tiempos, eso es innegable. Hemos podido disfrutar de grandes propuestas en las que la animación era un mero vehículo para hacer llegar a los espectadores el verdadero interés de la historia. Por otra parte, también hemos podido ver producciones en las que la historia se acerca más bien a un segundo plano, primando la belleza visual de las imágenes.

Por suerte o por desgracia, según el ojo que lo mire, "Epic" pertenece a este segundo grupo. Un club que últimamente esta ganando más adeptos. Productoras que deciden apostar por unos efectos animados espectaculares y que dejan a un lado la historia, con la simple premisa de: "Es para niños".

Y es que, en efecto, cualquier propuesta medianamente vistosa es un importante atractivo para los más pequeños de la casa, que son llevados en masa a las salas de cine para disfrutar de unos cuantos minutos de entretenimiento al servicio de la técnica. Cierto que para ellos cada una de estas películas será la más alucinante e impresionante que hayan visto jamás, pero, para los que ya contamos con una cierta edad (aunque en este caso no se aleje demasiado de esa época de infante), preferimos recibir ciertas sensaciones al ver una película, ya sea de animación o de carne y hueso.

Muchos preferimos una buena historia a unos efectos asombrosos, otros siguen el camino de los niños y se quedan con el aspecto visual. Cuestión de gustos.

Pero lo que nos ocupa hoy es analizar el último trabajo de Chris Wedge, quién nos trajo la entretenida "Robots (2005)" y aquella entrañable y por muchos olvidada, debido a sus secuelas: "La Edad De Hielo (2002)". Poco podemos analizar del trabajo del director en esta película de animación, ya que el éxito o el fracaso de su obra adquiere aquí una dimensión más amplia, ya que entran en juego muchos otros factores, como el guión.

El guión de "Epic" es simplón y rácano. Si bien estamos ante una película para niños y, de un modo u otro, tiene que ser predecible, aquí esa predicción se multiplica exponencialmente.

Y es que el guión peca de un exceso de azúcar para los más pequeños. Escenas asombrosamente pegajosas y mal planificadas que pretenden dar a la película un estilo adulto pero que se quedan en un simple intento de borrar la mediocridad que transmiten.

Daniel Shere, Tom J. Astle, Matt Ember yJames V. Hart han querido adaptar de una forma alocada el libro de William Joyce, y han mezclado de forma caótica la épica con la sencillez del cine para niños.

El guión es, por lo tanto, confuso. No sabe a que atenerse y no tiene muy claro su papel dentro de la historia, por lo que al espectador más adulto no le quedará muy claro el sentido del argumento.

Si bien las actuaciones originales están bastante logradas, el doblaje al castellano peca de insulso y aburrido. No despierta la pasión que debiera por parte de los espectadores, ya que las frases parecen estar metidas por calzador.

El diseño de personajes es asombroso, no así el uso que se le ha dado a ellos ya que, las dos babosas que pretendían ser los Nick Frost y Simon Pegg de la cinta se quedan en una simple maravilla visual, pues sus diálogos y su propio papel dentro de la historia, son más bien pésimos.

Del apartado visual, como ya he recalcado antes, no tenemos nada que destacar por encima de lo demás, ya que absolutamente todo: diseño de personajes, diseño de escenarios, efectos de partículas, profundidad de campo, detalle, todo es absolutamente increíble, aunque si tenemos que destacar algo, aunque sólo sea por un ápice con respecto al resto de efectos, se trata de la iluminación, una iluminación asombrosa y por momentos hiper-realista, hasta llegar al punto de no diferenciar si esta hecha por un ordenador o se trata de imágenes reales.

El hecho de dotar de movimiento a un gran número de personajes al mismo tiempo es un logro más de la película que debemos tener en cuenta, además de un fotografía muy correcta.

Aunque podría haber dado mucho más de sí, el hecho de fusionar una historia con partes profundas y partes con exceso de azúcar hacen que la mezcla resultante no haya sido sino un fracaso a nivel argumentativo. La nota, por lo tanto es de 4/10. Más que aceptable si la comparamos con otras producciones de animación que han inundado las carteleras en los últimos años, con propuestas muchísimo más arriesgadas.

Del 3D mejor no hablamos, no vaya a ser que alguien gaste 5 euros más en verla en este formato.

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