Exorcismos 2.0

Cuando llega a nuestra cartelera una película sobre posesiones demoníacas (sabiendo lo horrendas que suelen ser), lo único que nos queda es rezarle al Señor para que ésta tenga un mínimo de calidad y, al menos, sea algo entretenida. Afortunadamente, la que trataremos ahora se deja ver sin desear continuamente que el Maligno nos arranque los ojos.

El film sigue a Angela; una chica normal que un buen día se hace una profunda herida en un dedo y se le infecta. Tras llevarla su novio y su padre al hospital, comienzan a suceder hechos inexplicables, y un cura la vigilará de cerca para descubrir qué es lo que está causando el extraño comportamiento de la joven.

Aunque, como cualquier cinta del género, tiene arrebatos de locura, es de agradecer el sosiego y, por lo general, los pocos efectismos de la película. Esto se traduce en una loable oportunidad para contar la historia de forma relajada y en una reducción de los típicos sustos chapuceros. A favor del film también está un reparto con alguna cara conocida, como puede ser la del genial Michael Peña. No obstante, y a pesar de no ser excesivamente larga, la historia no da para más y la cinta avanza hacia un final tremendamente disparatado que le arrebata la (por así llamarla) credibilidad de todo lo anteriormente mostrado. En fin; viendo como está el sub-género de exorcismos, sabemos que no se le pueden pedir peras al olmo.