Sobrevalorada cinta entretenida sin gracia

Cuando ves en pantalla a Bruce Willis te crees que te encontrarás una buena película y no siempre sucede, ha pasado con muchas cintas ya sea por poner un ejemplo a la floja La fría luz del día. Aunque ya sabemos que ese señor actualmente está para salir 10 minutos y cobrar cheques o al menos es lo que está haciendo últimamente. Tengo que decir que el carisma de Willis es el que salva la película porque en sí es el mejor de una cinta tópica y muy predecible por mas que tenga algunos giros argumentales. Hay personajes que están ahí por estar como el de Amanda Peet que no es mas que una compañera del dentista protagonista que tiene el deseo de matar, algo verdaderamente fuera de lo común y absolutamente absurdo. Un Matthew Perry que se me hace una versión barata del acabado Brendan Fraser sin gracia alguna a excepción de algún momento que otro. Un Michael Clarke Duncan (que en paz descanse) que tiene buenos momentos, a destacar el primer encuentro con Perry, pero que tampoco sobresale. Una muerte por aquí, una muerte por allá que lo único que hace es eliminar personajes que no tenían relevancia alguna. Una esposa de Matthew Perry estúpida y guarra y un policía secreto que no sabemos si lo que hacía era corrupto o correcto.

Vamos, que está claro que el que se lleva la película de calle es Bruce Willis con ese potente carisma que alegra verle en pantalla como asesino. La banda sonora de Randy Edelman no destaca apenas así que se puede decir que no aporta nada al igual que la pobre selección musical. La fotografía y el trabajo del director son bastante pobres ya que solo sabe alejar la cámara en muchos planos para que parezca un plano aéreo como cuando finaliza una película, demasiado fácil y simplón.

En definitiva, una película pasable, del montón, que está sobrevalorada y es menos de lo que te esperas aunque finalice de forma previsible por lo menos no aburre, dura 90 minutos que se pasan rápido y al fin y al cabo los giros son buenos y hábiles para un guión normalito y trillado que solo recurre a los tópicos de comedia romántica para la que podría haber sido una comedia gamberra sin escrúpulos y no con ñoñerías por parte de Perry. Pasable.