Una reflexión sobre la vida

La mejor película que he visto en todo el año (de momento), aunque aparentemente no para el gusto de todos. Si estás acostumbrado a ir al cine para ver los Vengadores y Fast & Furious, te aburrirá. La película es profunda y filosófica. No me sorprende que muchas personas salieran del cine en mitad de la proyección, incapaces de soportar una película que en verdad trata de decir algo más que "pum pañum pan" y que para eso se toma su tiempo. Sin embargo, para quienes gusten del cine estéticamente cuidado, con personajes reales y con grandes temas: esta es tu película.

La cinta se centra en el reverendo de una antigua iglesia reformada que lucha por mantener a penas unos pocos asistentes. Anclada en el pasado y en un legado largo y sufrido, se compara con las brillantes luces de la iglesia de al lado, Abundant Life, con un enfoque más moderno y marketiniano. El reverendo es un hombre de vida austera que lucha por encontrar sentido a la vida. En medio de su sufrimiento existencial, se plantean todo tipo de preguntas. ¿Por qué sufrimos? ¿Por qué luchamos? ¿Cómo podemos encontrar esperanza? ¿No tiene la iglesia cristiana que tener un compromiso con la justicia, aunque sea incómoda? ¿No debe tener un reconocimiento de la dureza de la vida?

En contraste con esto, la iglesia de al lado parece enfatizar más la gracia y los aspectos agradables del cristianismo. La iglesia es grande, tiene una cafetería, grandes medios a su disposición; el pastor es un tipo carismático y con una visión cuasi-empresarial. Pero tiene un problema, parece que no quiere reconocer los problemas que tiene a su alrededor, y a veces parece resaltar demasiado lo bueno ignorando aspectos como el sufrimiento y la desesperación, que son parte indiscutible de la vida también.

¿Cómo balanceará el reverendo estas dos realidades: la gracia y la justicia, la desesperación y la esperanza? Este es el dilema vital al que se enfrenta, pero es un dilema al que todos nosotros nos podemos enfrentar.