Atractiva y vistosa

Podrá decirse mucho de un filme que ha despertado un particular interés selectivo dentro de una crítica ambiciosa, detallista y exigente, pero soy de aquellos pocos que encuentran el lado más convincente de este primer título acerca de la historia del motorista fantasma.

A decir verdad, Ghost Rider nunca despertó la atención mayor como muchos otros personajes del cómic, pero, en mi humilde opinión, esta primera parte al menos despierta en mí la visión ante una historia interesante gracias a un personaje interesante. Y cuando ambas partes mantienen dicho interés, probablemente el resultado puede ser positivo, como justo, aunque también variar.

Ghost Rider: El motorista fantasma no destaca por nada en particular. Más bien nos encontramos ante un simple guión que tan sólo intenta profundizar con las herramientas que cuenta a un Nicolas Cage bastante metido en su papel, y que pareciera ser, a primera vista, uno de los más indicados para el mismo.

Quizá sea el querer saber más de un personaje del que tan poco conozco, lo que me lleva a sentir un apego poco común por este film que, sin sobresalir, lo considerado destacable. Y es que simplemente, es un largometraje normal que busca tan sólo expandir mínimamente el universo del cómic en la gran pantalla, tal vez, un poquito, queriendo encontrarle profundidad, y otro poquito, por supuesto, tratando de buscar el éxito tan esperado en cualquier proyecto.

Ghost Rider: El motorista fantasma es una película que puede ser comprendida desde cualquier tipo de opinión. Quienes sean mayormente atraídos por obras de calidad, la encontrarán, tal vez, una historia poco interesante y hasta débil; pero aquellos que se animan a conocer y se conforman con una experiencia entretenida, Ghost Rider no presentará ninguna pérdida de tiempo.