La obra maestra moderna de Ridley Scott
Con spoilers
Hay tres películas cumbres de Ridley Scott que me vienen directamente a la cabeza sin necesidad de pensar demasiado: Alien, Blade Runner y Gladiator. Sé que muchos de sus otros trabajos son brillantes y ampliamente amados por los cinéfilos, pero ésos son los primeros que me vienen a la cabeza. En mi opinión, desde que Ridley rodó Gladiator, no ha vuelto a crear nada tan grandioso.
La película presenta una historia clásica, y aparentemente sencilla, sobre un héroe que -impulsado por el deseo de venganza, o quizás de justicia salomónica- lucha contra la crueldad y la inmoralidad de un tirano. No hay más. Detalles por aquí y por allá... personajes que hacen más rico el argumento... pero la base de Gladiator es ésa.
Hay ciertas películas que parecen nacer de la imaginación y el talento de los directores. Otros se dedican a convertir frases de un papel en imágenes, y la realización nunca llega a ser realmente inspiradora o personal. Ridley tiene de ambas. Con Alien o Blade Runner demuestra que tiene una idea para cada plano y cada escena de acción. No hay relleno creativo, no hay atajos para mostrar las cosas. Hay amor y dedicación por la historia y eso se traduce en la brillantez de la dirección.
Puede ser verdad que con el paso de los años esas ideas y esa creatividad se agoten, y creo que desde Gladiator Scott ha empezado a perder esa "perfección" que fluye sin querer. Cada vez es más mecánico.
Estoy seguro de que el guión, los personajes, los actores y la música hacen mucho más grande a Gladiator de lo que Ridley hizo que fuera. Quizás por esa conjunción de factores la película llega a ser una obra maestra, y no sólo por el talento del director... El caso es que el resultado es sobresaliente.
Como ya he dicho, el guión es simple, pero eso no quiere decir que sea malo. Ni mucho menos. Nos deja una especie de culebrón apasionante en el que se desenvuelven diferentes personajes; por un lado Máximo y sus compañeros gladiadores decididos a matar para sobrevivir y llegar a ser libres, y por otro los problemas en la familia del Caésar y en su entorno (los políticos), en los cuales se debate una guerra por la sustentación del más absoluto poder en manos de Comodo y los deseos de los progresistas por acabar con su gobierno inmoral. Ambos escenarios tendrán a Máximo como punto de cohesión, siendo éste la herramienta necesaria para arrebatar al emperador el apoyo del pueblo, y posteriormente el trono y la vida. El guión nos deja también momentos de una épica revitalizada y pocas veces vista antes. Gladiator hizo renacer esa epicidad que ha intentado ser imitada muchas veces desde entonces, por medio de frases para el recuerdo y emociones desbordantes.
Russel Crow está arrebatador, tanto interpretando a un fiero soldado romano con muchas batallas a su espalda como a un padre y marido que pierde todo lo que ama en el mundo. El momento en el que ve a su familia quemada y crucificada es sin duda el punto de inflexión para el personaje. Comenzamos viendo un Máximo, victorioso en la batalla y deseoso de volver a casa, y el resto del film seguimos a un hombre que ya no tiene ninguna razón por la que luchar para vivir. Su alma se pierde, y sólo recuperará las ganas de respirar cuando vea en su esclavitud el camino para llegar hasta Roma, hasta el nuevo emperador, y hasta su venganza. Crow no puede estar mejor durante ese viaje, y es merecedor del Oscar que se le dio por ello (a pesar de que Tom Hanks le perseguía muy muy de cerca).
También fue nominado al Oscar un genial Joaquin Phoenix, que da vida con escalofriante magestría a un maníaco torturado por miedos de la infancia y sueños de poder. Comodo es bárbaro, cruel, déspota y no tiene piedad, pero Phoenix encuentra su lugar para representar tormentos interiores que lo hacen humano y a la vez lo convierten en el monstruo que es. No es raro sentir, durante breves momentos, lástima por él y por la terrible persona que es. Aun así, cuando el cuchillo del Hispano se hunde en su garganta, es inevitable sentir un regocijo placentero perfecto para su final.
Connie Nielsen lleva mucho peso de la trama sobre ella y tampoco falla en lo que debe. Y hay que hacer mención especial a los grandes actores ya desaparecidos Richard Harris y Oliver Reed, el segundo -por cierto- durante el rodaje de la película sin poder terminar sus escenas.
Si antes hablo de la épica que Gladiator brinda, no puedo dejar de hablar de la música compuesta por Hans Zimmer (con la colaboración, si no me equivoco, de Klaus Baldet) que engrandece enormemente ese sentimiento épico, el cual no habría sido ni mucho menos el mismo sin esos acordes. La partitura de Zimmer deja una huella literal en el cine, y muchos otros directores querrán algo parecido a partir de entonces, con la mala consecuencia -tal vez- de que en ocasiones se caerá en lo repetitivo.
La escenografía, muchas veces ayudada por una muy buena fotografía que varía entre las tierras norteñas de Germania, las del norte de África y la colosal Roma, recuerda a las antiguas grandes superproducciones de Hollywood con grandes escenarios reales y un buen número de extras, y es un punto fuerte de la cinta. Aun así esta genial puesta en escena a veces no es suficiente para recrear la grandiosidad de algunos elementos, como es la capital del Imperio. Aquí se acude a los efectos digitales para asombrar con una Roma que quizás peca de excesiva y exagerada en dimensiones, pero que queda de lujo acompañando a una historia que ya de por sí es grande. También tuvieron un papel importante lo efectos digitales para terminar las escenas que Oliver Reed no pudo concluir a causa de su muerte. Por suerte a penas son un par de minutos en los que su cara debía aparecer para cerrar la trama de su personaje, y aunque pueda parecer algo forzado, el resultado es digno y bien solventado.
El propio Ridley Scott tratará de repetir años después el resultado que obtuvo con Gladiator, pero quizás porque las historias no llegan tanto o porque su realización no inspira la imaginativa o el amor que aquella imprimía... en mi opinión no lo ha vuelto a conseguir. Gladiator es su obra maestra moderna, y ojalá podamos volver a besar los pies de Scott con una película tan buena como ésta, pero al paso que va su filmografía dudo que volvamos a disfrutar de algo tan exquisito y especial.
Críticas de los usuarios
superman9620
sin duda es una de las mejores peliculas de esa decada, es muy buena y entretenida, con el tiempo diria que a envejecido un poco mal porque las escenas de croma como la de el final si se ve muy mal pero la pelicula es una pasada, a mi no me gustan las peliculas con esa tematica pero diria que esta es mi faborita de esta tematica, las actuaciones de Crowe y ...Leer más
school3
Hay tres películas cumbres de Ridley Scott que me vienen directamente a la cabeza sin necesidad de pensar demasiado: Alien, Blade Runner y Gladiator. Sé que muchos de sus otros trabajos son brillantes y ampliamente amados por los cinéfilos, pero ésos son los primeros que me vienen a la cabeza. En mi opinión, desde que Ridley rodó Gladiator, no ha ...Leer más
maryquilla
Es mi película favorita de todos los tiempos. Una película épica. Interpretaciones buenísimas. Muy bien realizada. La música te envuelve. No he vuelto a ver una igual.Leer más
Aitz
Hay tres películas cumbres de Ridley Scott que me vienen directamente a la cabeza sin necesidad de pensar demasiado: Alien, Blade Runner y Gladiator. Sé que muchos de sus otros trabajos son brillantes y ampliamente amados por los cinéfilos, pero ésos son los primeros que me vienen a la cabeza. En mi opinión, desde que Ridley rodó Gladiator, no ha ...Leer más
erjosu9
Parecerá mentira pero es la segunda vez que veo esta película y no la he vuelto a ver desde su estreno en cines hace doce años cuando yo tenía apenas cinco años y nunca se me olvidó la escena final que tanto conmueve al espectador. Precisamente por el extenso paso del tiempo sin verla me ha emocionado mas y lo he sentido como si fuera la primera vez ...Leer más