Ni bien ni mal

Cuando acabo la película en el cine, me puse a pensar dos cosas: 1. Que niño más repelente en el cine, que no paraba de molestar y 2. Esta película me recuerda mucho a Malditos Vecinos.

Malditos vecinos era una película que fui a ver con las expectativas altas, pensando que me iba a reír a carcajadas, pero no fue así, no le encontré la gracia a muchas escenas y difícilmente me saco una sonrisa, pero tenía un buen mensaje, al igual que "Padres por desigual", la nueva comedia de Will Farell y Mark Wahlberg.

Son dos películas que sirven para pasar una tarde y entretenerte, pero nada más... Si no fuese por el final.

Para mi el final tanto de "Malditos Vecinos como el de "Padres por desigual" tienen un buen mensaje, la comedia de Seth Rogen te explica que nunca es demasiado tarde para sentirse joven o retomar tu vida hacía un buen camino. Respecto a la película por lo cual he hecho esta critica, la escena final del baile, en la cual, los dos protagonistas se juntan por el bien de la hija, es un final que a mi, particularmente, me enterneció.

En general, nos encontramos una película que no esta mal ni bien, es una película típica de domingo por la tarde para entretenerte y, si lo consigues, echarte unas risas.