La tercera mejor de la saga

Entrar en una sala de cine siempre es un lujo y más cuando esperas con ansia un film.

Esta entrega a mi parecer ha sido la tercera mejor de todas, ya que mantiene el hilo sustancial de la historia, aunque omitiendo escenas como las del pensadero, la entrevista con el primer ministro muggle, el encuentro de Dumbledore con los tíos de Harry y el funeral de Dumbledore. No obstante, su argumento es el mismo, el mismísimo Lord Voldemort es cada vez más poderoso tanto en el mundo de los muggles como el de los humanos. Así, Albus Dumbledore, el mentor de Harry en esta entrega, le hará saber a su pupilo los peligros ante a los que ha de presentarse para acabar por una vez con el Señor Tenebroso, y para eso habrá de acudir a Horace Slughorn, el nuevo profesor de Pociones, ya que él guarda el secreto más crucial para acabar con él. No obstante, Lord Voldemort ya planea atacar Hogwarts utilizando a un nuevo mortífago, junto con sus habituales colaboradores con Bellatrix Lestrange a la cabeza.

El mismo elenco de actores se renueva en esta entrega, olvidando los aprobados de los tres actores protagonistas, destacan, haciendo olvidar a éstos, con su incorporación el estupendo Jim Broadbent interpretando al cínico profesor Horace Slughorn, la siempre brillante Maggie Smith, el maravilloso Alan Rickman y el excelente Michael Gambon que ha sabido cargar con su aumento de protagonismo. También debemos aplaudir la interpretación de Tom Felton gracias a la complejidad de su personaje Draco Malfoy y a la encantadora Evanna Lynch el gran descubrimiento de la pasada entrega que nos vuelve a dejar con una sonrisa. Mención aparte a Helena Bonham Carter, la cual gracias a Bellatrix Lestrange, la vemos en estado de gloria haciendo sus locuras en las mesas del Gran Comedor rompiendo vasos y platos o saltando llena de alegría cuando incendia la cabaña de Hagrid. Sin duda " lo vive" con su personaje.

Notable trabajo del director David Yates, aunque éste ha alterado de una forma letal al argumento de la historia dándole a los enredos amorosos más historia que al misterio y al pasado de Lord Voldemort, esto último siendo el punto fundamental del libro en la película sólo es un punto de enlace entre estas historietas sin complejidad de amor juvenil. Sin duda, un insulto al manuscrito de J. K. Rowling.

Pero bueno, tiene momentos en que los pelos se te ponen de punta como la aparición de Dumbledore y Harry en el islote con una excelente banda sonora y con la fotografía magnífica que nos acompaña a lo largo de toda la película. Espléndidos efectos especiales sobre todo en las escenas de la cueva, las de los partidos de Quidditch, el duelo entre Harry y Draco y la escena donde la cámara nos hace un rápido viaje por todo Londres.

Muchos son los motivos para disfrutar de esta película, no obstante, los seguidores de la saga nos tendremos que conformar con pensar si las dos últimas entregas van a ser dignas de los libros de J.K.Rowling.