
Harry Potter y la historia de Luna Lovegood
Con spoilers
Harry Potter será ya por siempre una obra literaria y algo más, ese algo más que le hace diferenciarse del resto de libros.
No queda duda que leerse los libros de la saga es algo diferente y que pretender ver primero la película y posteriormente leer el libro es poco menos que suicidar al propio libro, porque lo uno mata a lo otro, el libro está lleno de detalles que mencionan aspectos de los anteriores y de los que vendrán, mientras que la película se dedica exclusivamente a divertir al espectador sacando la historia principal del libro y los mejores momentos de este. Si bien hay que reconocer que esta 5ª película de Harry Potter incluye frases y momentos propios, dirigidos por la autora y el guionista para aportar más al universo fantástico del joven mago.
J.K. Rowling ha hecho un fantástico trabajo en "Harry Potter y La Órden del Fénix", reflejando aspectos que no recuerdo haber visto nunca. Uno de ellos es el de la enseñanza. En toda escuela hay un director, unas directrices a seguir, un temario, una educación y el ministerio de educación de cada país impone el modelo educacional a seguir. Es en esta película donde vemos reflejado el poder de este ministerio, capaz de cambiar y reformar la enseñanza para hacer de los alumnos unos seres sin experiencia práctica, con tal de ocultarles la verdad de lo que les espera fuera de los límites de los libros.
Y es aquí también donde vemos cómo estos estudiantes que se ven avocados a aprender textos que no les ayudarán en nada en la vida fuera, se imponen al ministerio y a la educación y deciden crearse su propia escuela para estudiar aquello que realmente les servirá en el futuro. Un canto excepcional de Rowling a la enseñanza actual.
Tras los numerosos efectos especiales que dejan con la boca abierta y entre los que caben destacar el vuelo de escobas sobre Londres, el combate final con Voldemort en el Ministerio de Magia y especialmente los fuegos artificiales de los Weasley dentro del Gran Comedor, no puedo terminar esta crítica sin mencionar al PERSONAJE de esta quinta parte, LUNA LOVEGOOD, más conocida en la escuela como Lunática.
En el libro ya me pareció un personaje de lo más peculiar y en la película, según Harry se acercaba al carro para entrar en Hogwarts, el corazón me empezó a latir con fuerza, por fin iba a conocer el reflejo de Luna en la gran pantalla y fue mejor de lo que esperaba, muchísimo mejor. Una muchacha de rostro pálido y pelo lacio, con la mirada perdida, tremendamente inteligente y niña a la vez y tremendamente encantadora, irremediablemente atrapa desde el primer momento en que se la ve y escucha. Luna es una chica que ha perdido a sus seres queridos y que vive inmersa en su propio mundo de fantasía y de verdad a partes iguales. Si tuviera que decir una frase sobre ella diría que es "el alma de Harry Potter".
Suya es la frase que no apareció nunca en el libro y que me parece una de las frases más bellas del cine: Al final de la película, Luna va buscando sus zapatillas porque los demás alumnos le gastan bromas y le esconden objetos. Andando con Harry por la escuela de pronto sus zapatillas aparecen en lo alto de un arco colgadas y entonces, la Luna más adulta sale de su interior y lanza una de esas frases que te hacen esperan grandes cosas, que te traen grandes recuerdos y que te hacen pensar en tu propia vida y lo que será de ella:
"Al final las cosas que pierdes vuelven a ti, aunque no de la forma en que tu esperas"
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