Pero... ¿Ocurre algo?

Valga decir que no he leído ni un sólo libro de Harry Potter y, la verdad, después de haberme tragado, ya sea en cine o en DVD, cinco películas de la franquicia de J. K. Rowling, no pienso hacerlo ni que me amenacen de muerte.

He leído en muchas críticas que, sin duda, Harry Potter y la Orden del Fénix es la más oscura y madura de la saga del mago británico, y puede que tengan razón, eso debo reconocerlo; por otro lado, también he leído que, claro, adaptar un libro de 800 páginas a una película de dos horas es casi una quimera, cosa que sin duda también es cierta. Pero lo que nadie me podrá negar tampoco, es que uno puede ir a ver la película sin haberse leído ni éste ni ningún otro de los libros, por lo que la comparación entre libro y película es ya arena de otro costal, y aquí no va a ser tratada.

Y, tras haber visto la película mi pregunta es: ¿pasa algo en ella?

Como decía, Harry Potter y la Orden del Fénix es la quinta adaptación al cine de las novelas de la escritora británica J. K. Rowling, y continúa inmediatamente después de Harry Potter y el cáliz de fuego. En esta nueva entrega, el colegio de magia de Hogwarts será escenario de conspiraciones entre los que creen a Harry Potter (Daniel Radcliffe) cuando éste afirma que Voldemort (Ralph Fiennes), el mago oscuro, ha regresado, y los que no, encabezados por el Ministerio de Magia bajo la persona de Dolores Umbridge (Imelda Staunton). La censura del Ministerio de Magia se apoderará finalmente de Hogwarts llegando a impedir el uso de la magia y cesando tanto a profesores como a su director, Ambus Dumbledore (Michael Gambon), por lo que Potter y sus compañeros, respaldados por la secreta Orden del Fénix, deberán encontrar el modo de prepararse para una inminente batalla.

Lo cierto es que la película no me ha desagrado, en realidad: a pesar de que las actuaciones de los más jóvenes son bastante tristes, cosa que ya era consabida por las anteriores entregas, cabe destacar tanto a una genial y enajenada Evanna Lynch en el papel de Luna, como al espléndido elenco de actores británicos encabezados por Gary Oldman, que sin duda dan algo de credibilidad a Harry Potter y la Orden del Fénix. Además, a las presencias de Emma Thompson, Maggie Smith y Alan Rickman, debe añadírsele la de una, como viene siendo ya demasiado habitual, histriónica Helena Bonham Carter.

También es cierto, como decía algo más arriba, que los personajes están algo más retratados que en las anteriores entregas, e incluso uno puede llegar a ser benévolo y concecer que Potter y sus amigos están madurando. Eso sí, obviando la escena del beso metida con calzador, por supuesto. Por otro lado, la intriga de la película está bastante trabajada, y en ocasiones llega a captar nuestra atención, otorgando cierta oscuridad a una trama inexistente respaldada por unos efectos especiales cumplidores, a excepción de un gigante diseñado con spectrum.

Pero... ¿Pasa algo en realidad?

Porque a un servidor se le ha quedado la cara de tonto cuando han comenzado a transcurrir los título de crédito. ¿Es Harry Potter y la Orden del Fénix un preámbulo para el Gran Final que ya se está alargando a base de royalties hasta la extenuación? Porque, seguramente, el libro es mucho más completo e interesante, y suceden muchas cosas trascendentales para con la historia, de eso estoy convencido, pero las dos horas de esta película podrían resumirse en un (atención, que esto podría llegar a ser considerado spoiler) Potter entrena a sus compañeros en la clandestinidad para enfrentarse a Voldemort. Eso sí, en la sexta entrega, porque en ésta nada de nada. Y ni eso, porque días y días de árduo entrenamiento no sirven sino para que los aprendices de mago destrozen unas estanterías repletas de esferas de cristal y poco más.

Alguno podrá decirme que Harry Potter y la Orden del Fénix es como, no sé... Las dos torres, por ejemplo: mentira, ya que al menos en Las dos torres ocurre algo, la historia avanza, aparte de que la casque un personaje. Y en esta película esto no sucede.

En fin, antes de que esto se llene de posts despectivos hacia mi persona (total, ya me han insultado por decir que Adam Sandler es mal actor, así que... XXXD) insisto en que hablo única y exclusivamente de la película, no del libro.