
Lo mejor y lo peor de Hollywood
Sin spoilers
Hay cineastas que no recurren al cine exclusivamente como medio narrativo, sino como atracción de masas para vender un modo de vida. Dentro de esa militancia, destaca Mel Gibson con su concepción de la pureza católica que debe componer la base de una sociedad justa. Esa religión tan contradictoria, que comercia con valores de redención y salvación al mismo tiempo que, escudándose en ella, se siembra y promueve el germen de un odio aborrecedor. En 'Hasta el último hombre', el polémico cineasta demuestra su talento tras las cámaras, dirigiendo algunas de las mejores secuencias de enfrentamientos bélicos sobre el terreno que se hayan podido ver. El nivel de explicitud es estremecedor, con órganos sobrevolando las yermas tierras japonesas, bombardeadas hasta la saciedad para poner fin a una lucha sangrienta y demoledora. El protagonista de esta historia es un objetor de conciencia que participó en la Segunda Guerra Mundial rechazando tocar las armas. Este médico, movido por su colosal pasión cristiana, se convirtió en todo un héroe por su dedicación. Una historia de patriotismo y fe ciega, en la que no se pone nunca en entredicho la necesidad de la guerra ni las contradicciones de la religión, simplemente se muestra de forma espectacular un momento determinante para conocer el deseo autodestructivo de la humanidad.
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