Tan convencional como necesaria

El pasado verano, la serie 'The Astronaut Wives Clubs' nos hablaba de las esposas de los héroes nacionales que competían para convertirse en el primer hombre en pisar la Luna. Este año, 'Figuras ocultas' nos plantea algo parecido, pero más interesante, la historia de las brillantes mentes que trabajaban en la NASA como matemáticas durante la carrera espacial contra la Unión Soviética, un grupo de mujeres afroamericanas que fueron clave para la misión y que sin embargo, debido a la segregación racial, debían trabajar aparte y no obtuvieron el reconocimiento que merecían.

Theodore Melfi recupera este relato tan importante para la historia de Estados Unidos y le da la visibilidad que le hace falta. La historia de Katherine Johnson y el resto de "calculadoras" humanas de la NASA no se enseña en las escuelas de Norteamérica, pero ahora se puede ver en el cine, que es una plataforma mucho más eficaz para concienciar a las masas. Así, 'Figuras ocultas' celebra las hazañas de estas mujeres, en cuya piel se ponen tres grandes actrices, de las que destaca sin duda Taraji P. Henson. La suya es una de las mejores interpretaciones del año, un prodigio de fuerza y sensibilidad en la que se condensa a la perfección el discurso reivindicativo de la historia.

Por el lado negativo, puede que 'Figuras ocultas' peque de ser excesivamente acomodaticia y convencional. Sus diálogos parecen escritos con plantilla y es fácil anticiparse a los personajes y saber exactamente lo que van a decir. Las situaciones están creadas "matemáticamente" para tocar la fibra, y los mensajes, por muy valiosos que sean, suenan manidos. Claro que lo que cuenta es la intención, y las de esta película no podrían ser más buenas. Si bien no es una obra extraordinaria, se deja ver como los mejores clásicos de sobremesa (es inevitable compararla con 'Criadas y señoras)', así como es imposible no emocionarse con su inspiradora lucha por los derechos civiles. Por mucho que se vean los hilos.