Entreniendo y reflexionando que es gerundio
Sin spoilers
High-Rise es quizás la película más simbólica que haya visto de Ben Wheatly. Entre la ciencia-ficción y la distopía, este sorprendente director inglés, entomólogo, nada compasivo del hombre, hace lo que todo científico de laboratorio. Crear un escenario, un ambiente, un microcosmos en el que experimentar o intentar reflejar toda la variedad y complejidad del ser humano y su sociedad. En un rascacielos, en el que no falta de nada, jardines, piscinas, gimnasios, supermercados, este director pretende construir un universo humano.
Como no puede ser de otra manera esta reconstrucción es parcial, limitada, un fracaso. Pero es algo normal.
Encerrar una rata en un laboratorio, pase, pero al hombre?
Mas, a pesar del fracaso y de la parcialidad, el film se deja ver. Tiene en algunas escenas un gran poderío visual, el texto se mueve entre la pedantería del demiurgo pretencioso y megalómano que interpreta muy bien Jeremy Irons, el discurrir existencialista del doctor que al final saca sus peregrinas conclusiones y el discurso iracundo del garrulo y atlético reportero de radio. Alrededor, toda la fauna humana.
Entretenido ejercicio de comedia humana a la que tan aficionado era J.G. Ballard, autor de la novela en la que se basa la película, en la que la banda sonora es otro toque personal del director que uno no sabe si las pone, las canciones, para burla solidaria o gamberrada contra el espectador. Un batiburrillo que mezcla la típica banda musical de película con las más estrambóticas de las canciones actuales. No sé muy bien con qué intención, como no sea la de desconcentrar al espectador.
Con todo, como ya he dicho, y como con todas sus películas, una más que merece la pena ver y que no deja indiferente al cinéfilo o al interesado por los vericuetos creativos de los artistas. Y Ben Wheatly lo es, artista y muy creativo.
http://cadasegundoajeno.blogspot.com.es/2018/05/high-rise-de-ben-wheatley-2015.html?zx=f5c112c4d23538b7
Críticas de los usuarios
Cinefiloman
High-Rise es quizás la película más simbólica que haya visto de Ben Wheatly. Entre la ciencia-ficción y la distopía, este sorprendente director inglés, entomólogo, nada compasivo del hombre, hace lo que todo científico de laboratorio. Crear un escenario, un ambiente, un microcosmos en el que experimentar o intentar reflejar toda la variedad y ...Leer más
alesnake22
-Moderadamente inteligente y transgresora, es sin embargo una película inusual, hipnótica y de acceso arduo y limitado;que licua tus ideas y se bebe el cóctel resultante. Un fatalista y distópico placer culpable.
-Wheatley se introduce en el caos y en él haya la belleza, la poesía, la filosofía y un inquietante desasosiego entre contenido y ...Leer más
malloc
Es una lástima que una historia tan buena como la que construye J. G. Ballard en 'High-Rise' pase desapercibida en su trasvase cinematográfico. A priori, y durante los primeros minutos de la cinta, todo apunta muy alto: un espléndido planteamiento (un edificio como microcosmos), ambientación genial (los 60's), intérpretes de primera (con Tom Hiddleston ...Leer más
Críticas de los medios
Hitfix
Wheatley tiene que ver con el control de tono y la forma en que está usando esta gran metáfora. Su película está viva con el comportamiento humano, aumentada a veces y estilizada como si fuera el infierno, pero de forma viva e identificables, crepitante con una energía malvada.
El Mundo
Un ambicioso y kubrickiano viaje al corazón de la demencia. (...) El impacto que produce la película (...) coloca al director británico en otra liga, determinado a competir con los más grandes cineastas del cine contemporáneo.
Empire
Completamente loco. No hay que esperar un thriller en el sentido de asiento de última generación, pero estarán encantados, y con repulsión, por esta adaptación audaz, fiel a la imagen cada vez más clarividente de Ballard y de la distensión del primer mundo.
Screen Daily
Trabajando con el escritor (y co-editor) Amy Jump otra vez , Wheatley se adentra en el texto profético de 1975, entregando una interpretación compleja y fluida que es respetuosa y casi fiel mientras que continúa siendo su propia bestia hermosa y loca.
The Telegraph
El concepto de Ballard es meticulosamente como un amor recreado, como una pieza de museo en sí mismo. Pero el tono es siempre más divertido que preocupante, una broma de humor negro, que no dice nada nuevo.
Indiewire
'High-Rise' no es un logro del todo coherente, pero es parte de su atractivo estrafalario. Mientras que en cierta manera es su película más débil, se mantiene el valor de entretenimiento mórbido que se encuentra en todo el trabajo de Wheatley, mientras se marca un paso ambicioso en escala.
Fotogramas
La propuesta más salvaje, arty y ambiciosa de la carrera del cineasta británico. No apta para estómagos cinéfilos de ligera digestión.
Cinemanía
Funciona, pese a la desmesura (...) Este edificio ordenado por castas, una Babel distópica inmobiliaria en manos de la clases altas, acaba aturdiendo, pero aguanta el envite, logro de cineasta tozudo.
Variety
Lo que comenzó como una alegoría y crítica en la lucha de clases abierta se convierte en un escaparate para la anarquía estilística, en el que la orgía subsiguiente de sexo y violencia sirve para justificar una ruptura casi total de la forma cinematográfica.
The Playlist
La guionista Amy Jump y el director Ben Wheatley están menos preocupados con el mensaje que con la locura, y su imagen resultante es más pesada en el estilo que la sustancia.
The Hollywood Reporter
Es verdad que es mejor hacer un pinchazo ambicioso que un éxito aburrido. Una película verdaderamente desastre, en todos los sentidos, 'High-Rise' es básicamente un ambicioso y brillante fracaso.
The Guardian
Wheatley ha hecho de 'High-Rise' su historia, en vez de la de Ballard. Está bien, pero inafortunadamente, es menos interesante.
El País
He visto una tontería excesiva (...) para que exhiba sin descanso y gratuitamente la primera idiotez presuntamente brillante que se le ha ocurrido al creador sobre la marcha.
ABC
Sobre el caos, la demencia y la inanez vuelan efectivamente varias simbologías a propósito del mundo que construimos, y el hecho de que resulten tópicas y algo tontuelas no les quita ese amargor de fin de fiesta.