Sátira tan terrorífica como divertida

Blumhouse Productions se está haciendo de oro, y lo está haciendo contrarrestando la fatiga del blockbuster y la invasión de reboots con propuestas originales y diferentes. 'Déjame salir' es una de ellas, un thriller psicológico de bajo presupuesto pero alta creatividad en el que acompañamos a un joven (negro) mientras conoce a la familia de su novia (blanca), en su caserón a las afueras, donde pronto descubrirá que algo extraño ocurre al observar el comportamiento alienado de los sirvientes, "casualmente" afroamericanos.

Calificar 'Déjame salir' como una película de terror no sería del todo acertado, sobre todo si nos atenemos a la definición tradicional del género. La película de Jordan Peele (popular cómico estadounidense) busca sobrecoger y asustar al espectador por medios alternativos, a través de la tensión, la incertidumbre, y por encima de todo la "white guilt" (sentimiento de culpa del hombre blanco tras los horrores de la esclavitud en Norteamérica). Pero que esto no se entienda como un inconveniente, todo lo contrario, Peele halla en la historia momentos de sobra para mantenernos en vilo, horrorizados por el comportamiento de los villanos del relato y porque, por mucho que la película se adhiera al género fantástico y la ciencia ficción, lo que ocurre en ella no es nada comparado con la realidad histórica de su país.

'Déjame salir' es una sátira política y social que parece directamente salida de 'La dimensión desconocida', y con la que Peele comienza su labor de contar historias desde el punto de vista afroamericano (que continuará en la serie de HBO 'Lovecraft Country'). Un film tan inquietante como divertido, que lo mismo te provoca escalofríos que carcajadas. No tengáis miedo a reíros, es lo que Peele quiere, pero mientras lo hacéis, no os olvidéis de reflexionar sobre el perturbador mensaje que yace bajo la excéntrica superficie de la película.