Religión, política y ganas de bailar en la Irlanda de los años 30 ....

Película británica dirigida por Ken Loach y basada en una historia real. James, conocido como Jimmy llega a casí después de 10 años de recorrer el mundo, vuelve a casa, a sus raíces, vuelve a encontrarse con sus familiares y toda la gente del pueblo donde nació. En el pueblo se siguen manteniendo las tradiciones de siempre y Jimmy como recién llegado se va adaptando de nuevo. Los jovenes del pueblo le piden a Jimmy que vuelva a reabrir el centro; un lugar donde hace muchos años se daban clases de baile, de canto, lectura, boxeo y otras actividades. A partir de eso, el espectador va viendo desde la visión de Jimmy, unos flashbacks en el tiempo y uno va entendiendo lo que pasó y toda la historia. Junto a el buena parte de ciudadanos y jóvenes se ponen manos a la obra y deciden volver a abrir el centro "Pirs Connors", en contra del parroco del lugar. No es una gran película, pero es interesante y no llega aburrir; bien ambientada en aquellos años y aquellos lugares de Irlanda; una historia bastante sencilla que se va llevando bien. Son dos visiones de la vida, la vida del progreso y modernidad y la vida clásica religiosa donde se siguen unas normas muy estrictas. La película trata varios temas; el poder de la religión, mas que la religión las personas que la dirigen y luego también la diferencia de clases, la política...etc. Con ese toque de cine rural, está perfectamente ambientada en aquella Irlanda de los años 30, y una historia en donde la música lleva buena parte del peso del filme; nos gusta bailar y no habrá nadie que lo impida.