El regreso tan ansiado

No hay dudas de que Jurassic World se anteponía como una de las mayores promesas de cara al 2015. Y tras un breve lapso de tiempo, su resultado puede ser aun una incógnita.

Probablemente estemos ante una de las cintas más "bipolares" críticamente hablando. Y es que el resumen de Jurassic World puede orientarse hacia una historia buena, gracias a un desarrollo hábil y entretenido, o sencillamente como una película que no cumplió el autoestima generado en un principio debido a los tropiezos que puedan encontrarse en los detalles.

Pero es que en sí, Jurassic World cumple con los requisitos de ser un filme de entretenimiento continuo, con las típicas escenas de dinosaurios que la franquicia ya nos tiene acostumbrados, y más aún, un buen e interesante material para mostrar, haciéndose notar con absoluta firmeza.

Aunque, por otro lado, esta nueva aventura ambientada en los seres de la era Mesozoica, no logra con dicha firmeza sentirse útil y especial en cuanto a un reparto que, si bien se adecua a sus papeles, no deja de ser un elenco más entre millones, con actuaciones sencillas, buenas, pero sencillas al fin. Y es que quizá el guión, con diálogos muy típicos y de un trasfondo ya muy esperado tras sus avances, no permita aquello.

Más bien, Jurassic World es de esos largometrajes que intentan -con mucho entusiasmo- mantenernos a raya entre una trama que logra atrapar (sin presentar, en conclusiones, nada novedoso con respecto al pasado), una banda sonora pegajosa, un reparto agradable y una aventura que convence desde su comienzo. Al fin y al cabo, capta el material con el que se proyecta y saca jugo "dulzón" de una película que, entrando en detalles, tal vez no sea profundamente inteligente y cierta en algunos aspectos, pero que finalmente cumple firmemente con lo que más se le exigía: expandir el universo jurásico.