Combate piel con piel

Bárbara Lennie y Susi Sánchez se entregan en un conflicto tan humano como insoportable. Que hagan dos retratos tan bien construidos de un par de almas en las que la mayoría nos podemos ver reflejados, en mayor o menor medida, forma el aura de una película irresistible, dolorosa pero a la vez reconfortante, que casi tiene la capacidad de actuar como bálsamo.

Después de ver a Bárbara Lennie en 'Magical Girl', la actriz repite hazaña en 'La enfermedad del domingo' con un personaje que, al igual que el de Carlos Vermut, se encierra mucho en sí misma y en un mundo interior prácticamente hermético. Al lado de Susi Sánchez, vamos palpando las grietas de una relación compleja y con muchas ramificaciones, hacia la que estas mujeres protagonistas se asoman como si se tratara de un abismo.

Además, el guión de Ramón Salazar, donde las líneas de diálogo y las palabras que cruzan los personajes están muy medidas, da forma de la mejor manera a ese conflicto que protagonizan Anabel y Chiara al reencontrarse. Me gustó especialmente que la película estuviese dividida por el sonido del disparo de una cámara, que entiendo como una referencia o una conexión al hecho de cómo van a recordar los personajes lo que pasa en la pantalla, como instantáneas aisladas y recuerdos discontinuos.