Ya no son "vampiros" sino "Extraterrestres"

Está claro que la mayoría de personas que han odiado a muerte la saga crepúsculo ni mucho menos se atreverían a ver esta película basada en su querida autora Stephenie Meyer aunque puede haber excepciones. Como he dicho muchas veces a mí nunca me ha desagradado La saga crepúsculo, no la pongo en un pedestal pero tampoco por los suelos sino la considero una saga del montón entretenida y para un público definido. Respecto a esta nueva cinta de la que no tenía muchas expectativas ya que no habían salido críticas pero estaba en un término medio ya que entre el rayo de luz que cubría la señorita Meyer aparecía el nombre de Andrew Niccol (director de la aceptable In Time y la potente Gattaca) y entre el reparto encontrábamos nombres como el gran William Hurt, Diane Kruger o de protagonista a la prometedora Saoirse Ronan (Brillante en The Lovely Bones) aunque encontrábamos a los actores de relleno sustituyendo a los ya famosos Robert Patinson y Taylor Lautner, es decir, nos encontramos al hijo del gran Jeremy Irons sea así Max Irons (que solo ha hecho una película y ha sido Caperucita Roja por lo cual muy buen historial no tiene) y a Jake Abel (Soy el número cuatro y Percy Jackson y el ladrón del rayo) haciendo de dos amiguetes celosillos por ver quien se lleva a la chica/alma porque mas que chica parecía Gollum hablando con su doble personalidad, pese a intentar meter tintes humorísticos que en algunas ocasiones despierta la sonrisa, no arranca a carcajadas pese a que las fans crepusculosas estuviesen aplaudiendo a raudales y riéndose cada vez que discutían Melany y Wanda o cuando Abel o Irons discutían por ella. Esos detallitos siguen quedando y recordando al aroma ya olvidado de la saga de vampirillos además de su extensa e inesperada duración ya que no había sido anunciada por los medios al público. Pasaban los minutos y apenas había acción, una historia interesante pero camuflada con un romance empalagoso lleno de besos de todas los colores y para todos los colores porque hay sueños mojados por parte de uno y besos a mentes que no querían ni que se acercasen las manos.

La banda sonora y la fotografía están muy bien cuidadas, tanto que hay tintes en la banda sonora de calidad, a destacar los momentos en que el alma sale y entra dentro del cuerpo con un tema muy bueno. Y los paisajes y localizaciones están muy acertadas con ese aroma a Western moderno. Las interpretaciones hay que destacar el juego de Ronan en el aspecto que está interpretando dos papeles distintos aunque uno sea una voz, y el papel tópico pero aceptable de William Hurt (sin duda el mejor de la cinta a mi gusto) y el papel de villana Diane Kruger que no apasiona pero se considera bueno. El guión es interesante, aceptable y en parte original pero su base viene siendo un aroma crepusculero como bien viene de la Meyer pero la dirección de Niccol hace brillar la película y que el ritmo aunque no sea excelente y decaiga en la mitad de la cinta debido a su poca acción y su exceso de duración haga una película mas que aceptable para ver en casita y no gastar 10 euritos en el cine que para eso ya hay películas mejores.

Lo dicho, a casi todas las fans de crepúsculo les encantará y a los que pueden aguantar el tirón les agradará la película, no en demasía pero sí para pasar un buen rato además de escuchar la poderosa canción de Imagine Dragons "Radioactive" en los créditos finales.