Una experiencia única e inolvidable, lágrimas a mansalva

He visto muchas películas ya a lo largo de mi vida y siempre me quedarán muchas por ver, sobretodo del género musical que no estaba muy fino y aunque he visto algunas muy buenas también he visto otras que utilizaban temas ya conocidos para intentar consagrarse, jugar con el montaje, etc. Recientemente vi Cantando bajo la lluvia y al ver La La Land me acordé por momentos de ella. Es muy probable que Damien Chazelle haya cogido trozos de grandes musicales de los años 50 y 60, como bien hacen otros directores actualmente con otras cintas que no quiero citar para no enfadar a algunos. Es probable que la historia no sea original, que la búsqueda de los sueños con una relación romántica de por medio ya la hayamos visto otras veces (incluso en High School Musical hay algo de ese tema) pero la manera de contar la historia, de sentir que Chazelle vuelve a resucitar el Jazz, un género mayormente herido actualmente y que con tres largometrajes ha mantenido la llama viva de tal género musical, de criticar Hollywood y el progresismo comercial hacen que La La Land sea posiblemente el mejor musical del milenio y mi favorito hasta la fecha, con esto no quiero decir que sea el mejor musical de la historia pero sí el que más me ha conmovido que aunque suene cursi he llorado tres cuartas partes de la cinta gracias a las maravillosas composiciones de Justin Hurwitz quien está destinado a ganar el oscar a mejor banda sonora y canción original, otro tema del que hablar, que la propia cinta aunque hable de películas y referentes cinematográficos y musicales, cuenta con seis composiciones memorables que ya se están cantando, bailando y silbando en medio mundo. Emma Stone y Ryan Gosling trabajan por tercera vez juntos y enamoran cada minuto en pantalla juntos como pueden destrozarte a la vez. Una sucesión de planos secuencia, de magníficas coreografías, de trabajos de piano (véase el de Gosling que no tiene dobles) y de momentos visuales inolvidables con juegos de cámara alucinantes. Un musical carente de optimismo que suele tener este género para mostrarnos un canto a nuestros sueños, al cine, a la música, al pasado, un homenaje, una crítica, tiene tantas cosas esta película que la hacen un clásico instantáneo. Algunos la tildarán de sobrevalorada, aburrida, que no empatizaron con los personajes, que es típica pero nunca de predecible o convencional, ya que el mensaje lo descubriréis vosotros mismos al salir del cine. Vivimos en la era del inconformismo sobretodo cuando algo de calidad triunfa y espero que esta crítica no se llene de odio hacia mi opinión porque todo es algo personal y la crítica y el público han hablado. Una experiencia única, inolvidable y que perdurará en la memoria de muchos como yo. Excelente.