'La ciudad de las estrellas (La La Land)': Cuando los sueños se vuelven realidad

Mucho se esperaba el estreno comercial de 'La ciudad de las estrellas (La La Land)', la película que arrasó entre la crítica en el 73º Festival de Venecia, donde se alzó con el premio a la mejor actriz para Emma Stone. Desde su paso por el certamen italiano, la película de Damien Chazelle ha ido ganando en adeptos, a los que les ha cautivado sus originales canciones y una historia que rinde tributo a los antiguos musicales del Hollywood clásico, como también a ciertas obras maestras del cine europeo de los 60.

En sus números musicales y coreográficos, es imposible no acordarse de películas como 'Corazonada' de Francis Ford Coppola, 'Melodías de Broadway' de Vicente Minnelli o 'Las señoritas de Rochefort' de Jacques Demy. Además, también sirve de homenaje a otros clásicos como 'Rebelde sin causa' o 'Cantando bajo la lluvia', además de acordarse de los bailes de estrellas míticas como Gene Kelly, Fred Astaire o Ginger Rogers. Lo curioso es que la película gana muchos puntos cuanto menos musical es y cuánto más dramática se convierte, teniendo una segunda parte en la que Emma Stone demuestra que ella es la verdadera esencia de la cinta. Lo único es que, tras tanto bombo y una fuerte campaña de publicidad, 'La ciudad de las estrellas' pasa de ser esa pequeña joya que uno descubre poco a poco a ser una propuesta masificada y sobrevalorada. He ahí su gran error.