
Acuarela nipona
Sin spoilers
'El cuento de la princesa Kaguya' es una obra de arte de una belleza extraordinaria y unos deliciosos e inesperados toques de humor. Isao Takahata es el gran maestro 'desconocido' de Ghibli, a la sombra de Miyazaki haciendo las obras más arriesgadas y experimentales del estudio, como 'La tumba de las luciérnagas' o 'Mis vecinos los Yamada'. Aquí se vuelve a superar con un festón visual que reproduce la acuarela japonesa y el trazo del lápiz con un resultado sublime.
Lo único que hace que pierda en el conjunto es que le pasa como a otras películas de Ghibli, que no sabe muy bien cuándo terminar, y su última media hora, a pesar de ser preciosa, se puede hacer algo pesada. Aun así, imprescindible para todo amante de la animación, que sin duda padecerá (o habrá padecido) síndrome de Stendhal viéndola.
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