El reparto y la música salvan un caótico film

Tras semanas en cartel, un potente casting y una historia detrás; 'La Llamada' merecía una oportunidad. Quizá llevado por el boca a boca, me he visto sumido en un cierto optimismo ante este pseudo-musical, y, quizá por esta misma razón, mi decepción haya sido mayor.

En general, es una película correcta, no es ningún desastre ni un bodrio. Sin embargo, al salir del cine, prevalece la sensación de que lo único bueno que has visto en las casi dos horas de película son un puñado de buenas canciones y tres grandes actrices, pues la historia es inocua y apenas tiene capacidad de sorpresa más allá del absurdo (quizá en el buen sentido) de su propio planteamiento.

En la repleta sala (totalmente llena semanas después del estreno de la película, algo a destacar), las carcajadas y murmullos de asombro han sido constantes entre la mayor parte de la audiencia, lo cual me deja la duda si estábamos viendo todos la misma película, pues a mí no consigue arañarme más que un par de sonrisas. La mayor parte de reacciones se debían a las intervenciones del personaje interpretado por Gracia Olayo (Bernarda), una anciana monja que va de moderna y que, en mi opinión, carece de ninguna relevancia en el film y, por supuesto, de sentido del humor alguno.

En conclusión: Macarena García, Anna Castillo, Belén Cuesta y las escasas escenas musicales, salvan esta decepcionante película, cuya historia es demasiado plana como para intentar ver un poco más allá en su significado.