La petita Anna y el tiet Llargarut

La pequeña Ana es valiente y atrevida. Descubre el mundo con su Tío Larguirucho que, aunque es grande y alto, es asustadizo. Pero hacen muchas cosas juntos, van a nadar, a pescar, esquían, van en avión y se construyen una casa en un árbol. Y el Tío Larguirucho le hace unos pasteles tan buenos que la pequeña Ana ¡no podría tener un amigo mejor!

La edad, el tamaño y los nombres de los dos personajes de esta historia los contraponen. La pequeña Anna y Tío Larguirucho no pueden ser más opuestos, pero la paradoja está en que les gusta hacer cosas juntos. Y parece que se hayan cambiado los papeles, el adulto es muy miedoso y la niña tiene el coraje y el empuje de quien lo quiere descubrir todo. En definitiva, a los ojos de una niña, el mundo no está dividido ni cuentan las diferencias. Cuando lo esencial es disfrutar del mundo y aprender... encuentras siempre un buen compañero.