Valdemar que la primera

"La herencia Valdemar II: La sombra prohibida" llegó a nuestros cines para lo que era cerrar una saga que había empezado con "La herencia Valdemar" con un resultado bastante malo que había quedado reflejado en las críticas, tanto de críticos expertos como del público (véase las primeras páginas del blog), de hecho, fue una de las películas peor votadas en el blog duranto el año 2010.

Pues bien, un año después llega esta segunda parte que prometía arreglar los defectos de la primera entrega y recuperar las expectativas que se tenía sobre esta saga. El caso está en que, ¿lo consigue?

La película comienza más o menos donde acabó, e inicia con una espécie de resumen de la anterior que va bien para refrescar la memoria y ponernos los dientes largos para la segunda aparte.

Después las primeras escenas se encargan básicamente de cerras todos los flecos que quedaron abierto en "LHV1" para así pasar página.

Borrón y cuenta nueva. ¿Qué cuenta esta película? Mientras que la primera se centraba casi plenamente en un flashback que nos dejaba desconcertados y la historia realmente interesante situada en el presente nos la dejaba de lado sin saber que conexión clara tenía entre ellas esta lo que hace es aclararnos esta duda y mostrarnos un presente oscuro y tenebroso marcado por un angustioso pasado.

Pasando por partes de secuestros y películas de terror o suspense, "LHV2" juega con diferentes géneros como la intriga o el drama para contarnos una historia de rituales y espiritismos a la que estamos poco acostumbrados a ver en nuestro país, y que, si está bien hecho, deja tan buen sabor de boca. Además los actores lo hacen en su mayoría bien, a excepción de Jaenada que parece estar riéndose aun que esté apunto de morir.

Ni mansiones grandes, ni desapariciones, ni pasado pesado ni nada que le sobrara a la primera parte, esta historia es una cruda mezcla de suspense, terror psicológico y drama que demuestra que a veces segundas partes sí son buenas.

Por último mención resaltada a los efectos especiales que tan bien empleados están y que hacen que sin que la película tenga un presupuesto estelar sí que lo hagan muy bien con lo que tienen y con lo que pueden.