Desolación en Rusia
Sin spoilers
El fantasma de la corrupción se alza impasible cual Leviatán dispuesto a devorar a los inocentes. Nikolay (Aleksey Serebryakov), propietario de unas tierras de la zona costera, verá peligrar lo suyo por culpa de la amenaza de un pez más grande dispuesto a devorarle, el alcalde Mer (Roman Madyanov), absoluta personificación del ente corrupto, una criatura representativa de la causa y efecto actual de todos los males de la Tierra: la clase política. En un mundo que ha perdido la fe en la política como ciencia social hecha para el bienestar de la población, Zvyagintsev realiza un crudo retrato del cada vez más común político corrupto. Caminado sobre un continuado de referencias mitológicas (la ballena que devoró a Jonás) y extrapolándolas a la mentalidad colectiva actual, la fe, la justicia, la ira y la soberbia, se entrelazan en una historia llena de humanidad, que sirve para contar las miserias y desgracias de una sociedad harto corrompida, siendo Leviatán una dura crítica a la política de Putin en una Rusia post-soviética que aspira aún aspira a ser Occidente.
Drama de los que dejan huella e invitan a la reflexión, ya sea a la que nos lleve a pensar hasta donde llegan los temibles tentáculos de la corrupción, o bien a otros problemas que parecen abordarse de forma secundaria (que no menos importante), véase la incipiente tendencia al alcoholismo y la pésima calidad de las relaciones humanas: la traición, el engaño y la codicia. Cuando Nikolay haga llegar a un amigo suyo abogado desde Moscú, Dmitriy Seleznyov (Vladimir Vdovichenkov), para poder enfrentarse con todas las de la ley al séquito del alcalde, sus problemas irán en aumento. Y es que Leviatán no habla únicamente de la podredumbre existente en la casta política, sino de hasta dónde llega dicha contaminación. La maldad viene intrínseca al ser humano. Las teorías de Hobbes vestidas con traje y corbata. La clase política puesta al mismo nivel que la humana. Todo tan real que asusta. Tan crudo que sobrecoge.
Críticas de los usuarios
mapizarrodacosta
Kolia representa una forma de Job moderno que se enfrenta con estoicismo a los avatares que la vida le presenta. Hobbes, en el citado libro, dijo: "El hombre es un lobo para el hombre". En cierta manera, el cineasta convierte en su película al alcalde, la justicia y administración en un tipo de Estado absolutista rodeado por un mar que acecha. Toda una ...Leer más
JaviParra
El fantasma de la corrupción se alza impasible cual Leviatán dispuesto a devorar a los inocentes. Nikolay (Aleksey Serebryakov), propietario de unas tierras de la zona costera, verá peligrar lo suyo por culpa de la amenaza de un pez más grande dispuesto a devorarle, el alcalde Mer (Roman Madyanov), absoluta personificación del ente corrupto, una ...Leer más