La fe sin palabras

"La fe no es algo que se pueda explicar con palabras" estas son las que pone el guionista en boca de la Virgen María.

En principio salí de la sala algo "cabreado" demasiada lentitud, luego reflexionando comprendí que el mensaje principal está en los largos silencios, en esa "lentitud" en la que los gestos, las situaciones en sí, dicen mucho, porque realmente "La fe no es algo que se pueda explicar con palabras"

Me gustaría volver a verla para disfrutarla, pero es lo que pasa con estas películas que pasan por la cartelera como una exhalación, y ya nunca más se supo. No sé por qué no hay en este país salas de reestreno, no sólo por esta película, yo creo que si hubiera más salas de este tipo muchos aficionados al cine no dudaríamos en acudir para ver una peli por primera vez o para volver a verla porque nos gustó mucho.

Los actores cumplen muy bien su papel, aunque algunos como Pedro, resulta demasiado joven para la imagen que tenemos de él a través de La Biblia o al menos como está representado en todos los cuadros que ha producido la pintura religiosa a lo largo de los siglos.

La ambientación me pareció excelente