
Entre el Wolframio y la frontera portuguesa
Sin spoilers
1
Una mezcolanza de géneros, pero rica como una pepita de oro.
La pelÃcula es una amalgama de géneros diversos, donde cabe tanto el cine de espÃas a la manera de los Navarone, o la historia doméstica que se reconoce finalmente por un documental al cine de acción o para cerrar esta enumeración, el cine de realismo mágico y en este caso, en el mundo rural gallego, muy a la manera de Wenceslao Fernández Florez. Cousas enxebres.
A pesar de toda esta amalgama, la pelÃcula no sólo se deja ver sino que incluso se ve con deleite y disfrutando acomodádamente en el sillón del cine. Que tiene de bueno el film que siempre estás instalado en ese disfrute atemporal al que te conduce una historia extraÃda de un documental, con el mismo tÃtulo, y donde Manuela, la protagonista, contaba su historia de participación en la II Guerra Mundial, a pesar de que nadie supo que participáramos, aunque fuera a escala de suministro o de localización geoestratégica - la otra historia de la II Guerra Mundial que ocurrió cerca de Cospeito.
2
En el desarrollo de la historia amalgamada es donde se crece la pelÃcula y donde se eleva a pequeña obra de arte y donde el espectador la disfruta con evidentes muestras de ebriedad fÃlmica. Se va trenzando la obra y la historia a la manera en symploké , ese término platónico con el cual se nos explicaba cuál era el estado de unión de las ideas en su mundo de la Verdad para estar unificadas e inseparables.
Las historias de género que se cuentan se unen de tal manera que son inseparables hasta que reflexiones sobre las mismas. Es como la propia mina de Wolframio en la que trabajan nuestras protagonistas y eje central de la historia, hito y jalón. Allà se extrae el wolframio tras duras horas desuniendo lo que está en symploké bajo la tierra; de la misma manera las historias que encontramos en el film como en la mina de wolframio, al pensarlas no pierden su symploké, pero revelan el secreto que late en el film (y que no vamos a revelar, por cierto, porque es el premio más alto alcanzable al espectador que la ve)
3
Es la primera pelÃcula larga de Simón Casal pero no se nota. Sabe manejar el hilo de la ficción como la bella Ariadna, y convertirnos en sus Teseos, conduciéndonos por los caminos menos trillados para que alcancemos el everest de su pelÃcula. Mueve la cámara a ras de la acción en el interior de la mina y a la altura de la mirada extrañada en el exterior de la misma, en la tierra; y a la altura de los mandilones cuando la acción se asienta sobre las lareiras. Si olvidarnos del descubrimiento de los bellos bosques gallegos y del salvaje acontecer que nos aguarda en el silencio sádico de la mina.
Tiene mimbres y se debe confiar en que obtenga un futuro tras la cámara si es para presentarnos pelÃculas como ésta.
4
Sin olvidarnos por supuesto de la excelente labor interpretativa de las actrices Marian Ãlvarez y Manuela Vellés que consiguen dotar de intensidad las logradas escenas melodramáticas en las que se encuentran tan encomiablemente en su ambiente, que parece que uno asista en vivo a la real historia. Ciertamente, en los momentos en que aparecÃan ambas en dualitud dramática, me sentÃa como si fuese voyeur oculto en la cámara y asistiese in situ al desenvolvimiento dramático de la realidad. No puedo decir si no que ambas realizan una interpretación creÃble y arriesgada por momentos, porque nos convierten en albaceas de su vida.
5
La música se involucra en el conjunto de la historia como una parte inseparable del wolframio y su extracción. Las notas de una banda sonora electrizante que se entremezclan con los martillos que golpean las paredes de la mina, con el silencio de los Tejos, el aullido de los lobos, los disparos de la guardia civil, las lágrimas de la impotencia y el luar de la noite.
Desde luego, no sobra nada en esta pelÃcula, perfectamente visible y loable.
https://cinemalgia.wordpress.com/
Críticas de los usuarios