Rozando el aburrimiento absoluto

Salvo algunas escenas estéticamente preciosistas (los tomates del gazpacho y la lágrima) y, algún toquecito de humor al más puro estilo Almodóvar, esta película es un mero trámite. Es tan previsible que da rabia. Me refiero a que pese a que nos quieran vender esto como una obra a la que ha dedicado su más estupendo esfuerzo y dedicación, francamente, no cuela... ó, este hombre ya llama esfuerzo a cualquier cosa. Más bien parece un "vivir de las rentas" mezclando un poquito de Mujeres, otro poquito de Tacones, otra pizca de Volver,... cameos perfectamente prescindibles, diálogos sobrevalorados convenientemente por los críticos de turno, homenajes cinéfilos algo pedorros y, autohomenajes vanidosos que, finalmente, logran un resultado bastante mediocre y, lo que es peor para una película: aburrida. A la mayor gloria de una Pe que no está mal como actriz en esta cinta pero, que sigue teniendo una dicción y un tono que justifica sobradamente que la doblen hasta los anunciantes de cremas y champús, el resto del reparto es: competente (Homar y Portillo); sobreactuado y soso (los dos jovencitos) y sobrevalorado para lo que realmente es (Carmen Machi). No me ha decepcionado porque nos tiene acostumbrados a altibajos que no se si son fruto de la vagancia, de la falta de inspiración, de la necesidad de producir por cuestiones de marketing y económicas (en plan "fast food") sin tener en cuenta siempre la calidad de la que es capaz, ... sólo él lo sabe...