Fail superhorico

¿Alguien se acuerda qué fue de Tim Story? Él tampoco. Semejante conjunto de pregunta y respuesta podrá hacerse dentro de un tiempo cambiando el nombre del susodicho por el de Josh Trank.

Puede resultar duro comenzar a hablar de la nueva revisión del primer grupo de superhéroes de Marvel diciendo que se trata de uno de los peores blockbusters del género superheróico. Más duro sería estar ahora mismo en la piel de Josh Trank, pensadlo? Pero vayamos por partes: 'Chronicle' no estuvo mal del todo, aunque tampoco fuese el hito cinematográfico que quisieron colarnos, y quizá ahí radique el principal error por parte de Fox a la hora de encargar a este joven (supuestamente sobrado de talento) la ardua tarea de llevar a cabo un reboot de "Los 4 Fantásticos".

A principios de siglo ya se había intentado algo parecido con 'Los 4 Fantásticos' y 'Los 4 Fantásticos y Silver Surfer', dos cintas caracterizadas por un casting imposible, demasiadas notas de "humor" y una dirección llevada a cabo de la más terrible de las formas. Tim Story fue el encargado de dirigirlas, de tomarnos el pelo y de salir por la puerta de atrás de la forma más digna posible.

Por su parte, Josh Trank debía haber otorgado a estos nuevos "Cuatro Fantásticos" de la "seriedad" de una película de orígenes de superhéroes al más puro estilo Nolan. Incluso existía aquella frase promocional de "del estudio que trajo X-Men: Días del futuro pasado", dignísima entrega de la saga mutante que no hacía más que establecer una teórica línea editorial que iba a tomar Fox, alejada del Universo Cinematográfico Marvel, con pretensiones a elaborar un universo fílmico en que compartieran andanzas los X-Men con los Cuatro Fantásticos. Sugerente, ¿verdad?

Tras los primeros visionados llegaron las primeras críticas (nefastas), vapuleos (entendidos) e improperios varios. Y tras esto, Josh Trank decidió echar la culpa a Fox sobre el mal resultado final de la película: su guión era mejor, su idea era mejor, su concepto era mejor. Entonces, ¿él qué hizo? A estas alturas es ya por todos sabido de la mala relación del realizador con casi todo el equipo y el reparto, como si Trank fuese un despreciable dios en la Tierra.

Supongo que el señor Josh Trank nunca leerá esta humilde crítica de Cuatro Fantásticos, elaborada desde mi más sincera y respetable opinión, pero como amante del cine y de los superhéroes, decirle que lo que usted ha hecho es algo que roza lo pecaminoso: 100 minutos de película, de los cuales casi 80 son un extenso prólogo lleno de cortes (no sabemos si realizados en la sala de montaje o debido a lo pobre de lo filmado), de diálogos para besugos entre actores de gran carisma pero que nunca llegan a congeniar entre ellos (supongo que el listillo de Trank pensó que eso de la dirección de actores era para principiantes), unos orígenes superheróicos que nos cuentan a base de saltos en el tiempo, y un libreto a caballo entre lo horrible y lo nefasto.

Lo de tomar elementos del Universo Ultimate, bien. Hablo de la Zona Negativa (aquí conocida como Cuarta Dimensión) y el aspecto del Dr. Doom, dos de los aspectos más criticados por algunos de los espectadores más puristas, pero que un servidor considera que es lo único que llega a darle algo de calidad a este alargado y tedioso prólogo. Y es que el problema principal de 'Cuatro Fantásticos' es ese: que estamos ante un larguísimo prólogo de algo que no llegará nunca, y es que sí quizá la concepción del film no se hubiese hecho como el origen de "algo" (por no hablar de que, visto lo visto, cualquier otro lo habría hecho mejor que Trank), tal vez hubiésemos estado ante otro gran bombazo superheroico. Y no es el caso.