Un milagrito

'Los Juegos del Hambre: Sinsajo - Parte 2' es un milagro dentro de los blockbusters taquillerísimos. Una película basada en una novela young adult con un discurso bastante potente y fuerte sobre la guerra y sus más grandes miserias, la revolución y lo que esta conlleva. En su llegada al cine, todo esto se ha mantenido y, he ahí la locura, el tono que lleva durante todo el metraje es de una miseria totalmente agradecida.

La parte 2 de Sinsajo es probablemente la más dura de las cuatro películas y abre al gran público un gran montón de temas complicados con una efectividad alucinante. Durante tres cuartas partes de película el ritmo es fantástico: la tensión está llevada con un control magnífico y en todo momento tememos por personajes por los que llevamos cuatro películas encariñándonos: con arcos y motivaciones totalmente justificados, redimiendo en este sentido incluso algunas decisiones un poco cuestionables a priori de la primera parte de Sinsajo.

A parte de inevitables diálogos muy, muy literarios, con probablemente demasiado peso en la palabra frente a lo visual, debido a que no deja de tratarse de una adaptación de un libro que además pretende ser bastante fiel para el placer de los fans, su mayor problema es un último tercio un poco descontrolado. El ritmo que tan bien estaba controlado previamente, aquí se descontrola por completo y momentos con gran peso no tienen el que deberían y el sabor de boca final se enturbia frente a una película inusual entre los taquillazos. Un milagrito de blockbuster con un discurso y un tono dificilísimo de encontrar.