Sketch alargado

En ocasiones, es sano aquello de ver una película que sabes que no será una obra maestra, pero que asegura risas y promete entretenimiento. El peor pecado que pueden cometer sus responsables es que esas promesas queden en nada y que, lamentablemente, no valga la pena ni como un mero pasatiempo. Es el caso de Supermaderos 2.

Ya retirados de su antiguo trabajo, los policías más gamberros de Estados Unidos son reclamados por su antiguo jefe cuando surge la oportunidad de trabajar en cooperación con la policía canadiense. Naturalmente, no todo será tan fácil como a priori parece.

Después de una exitosa campaña de crowdfunding, el genial grupo cómico Broken Lizard consiguió el dinero suficiente para rodar la segunda parte de la divertida Supermaderos (2002). En la filmografía de estos chicos encontramos pequeñas joyas realmente infravaloradas como Club desmadre (2004) o The Slammin' Salmon (2009). Sin embargo, da la impresión de que tanto tiempo alejados del cine no les ha sentado bien, y han vuelto de la peor forma posible, con una película que debería haber ido a parar directamente al mercado doméstico. No hay apenas argumento, y el timing entre broma y broma está bastante mal llevado. Aun así, algunos gags funcionan, pero no es suficiente como para recomendar este producto de piloto automático. Una auténtica pena.