Críticas de 'Luis y los marcianos'
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Críticas de los medios
Los Angeles Times
Es una película tonta, animada y basada en la repetición, pero bajo las payasadas y contratiempos es una historia devastadoramente triste. Esta angustia es la que hace que 'Luis y los alienígenas' esté un paso por encima del resto.
Cine Premiere
'Luis y los marcianos' es una cinta fácil, que se queda en su zona de confort. Sin embargo, esto no le quita lo simpática, emotiva y, sobre todo, divertida. Un buena opción para un día de cine para toda la familia.
El Mundo
Las correrías de Luis y sus nuevos amigos del espacio se desarrollan con un humor muy infantil y con una alta calidad, con la producción alemana empeñada en recrear un barrio residencial típicamente norteamericano. Hay tanto cuidado en el detalle costumbrista como en las referencias a las comedias del género: por supuesto, la principal influencia estética corresponde a Pixar, pero también las hay de 'Los cazafantasmas', 'Eduardo Manostijeras' o 'Men in Black'.
El Periódico
De estética sencilla y hasta ingenua, aunque con ligeras influencias de la factoría Pixar a nivel formal, cuenta la relación entre un niño y tres entrañables y esponjosos alienígenas a los que el pequeño ayuda a encontrar los materiales necesarios para regresar a su planeta. Ecos del filme de Spielberg, por supuesto, aunque en clave más doméstica aún que aquella.
The Guardian
Realmente es todo influencias sin ningún añadido. El guión deja caer uno o dos chistes adultos decentes. Cuando los aliens ven la Tierra por primera vez en su radar, es identificado como un planeta en un rincón alejado del universo, un antiguo vertedero tóxico del que surgió una forma de vida primitiva: los humanos. Es en su mayoría inofensivo, aunque hay algunos personajes estereotipados escritor de forma imperdonablemente vaga.
Cinemanía
'Luis y los alienígenas' es un intento de 'E.T.' pasado por 'Planet 51', cuya sencillez visual, temática trillada y entretenimiento facilón saben a poco en la animación post-Pixar.
The Hollywood Reporter
Los espectadores más exigentes se quejarán de que la animación parece patosa, el diseño de personajes aburrido y las actuaciones parecen estar grabadas apresuradamente, mientras se tomaban un descanso en una buena sesión de ADR (Automatic Dialog Replacement).