9,3

Mi querido Totoro
Sin spoilers
Hay una escena en la que Pixar logró hace unos años hacer historia al trasladar al espectador algo tan complejo como la intensidad de un sabor. Y para ello, urdió una treta muy simple: acudir a la infancia. Todos entendimos lo que sentía Antón Ego al probar aquel ratatouille. Y esa emoción s ete agarra al pecho y hace que tú mismo te retrotraigas.
Eso es exactamente Totoro, un canto al pasado que cimenta quiénes somos, poesía que dibuja algo perdido, la potencia de un mundo imaginario que vive dentro de nosotros, y que en occidente cada vez desaparece antes. Yo soy Totoro, y él es su pequeño amigo que viaja sobre sus espaldas.
Valora esta crítica:
00
Críticas de los usuarios
Escribe tu propia crítica de 'Mi vecino Totoro'
Síguenos