'Mis escenas de lucha': El placer asfixiante
Sin spoilers
Se abre el telón con la presentación de una mujer, aparentemente, frágil, que viene del funeral de su padre, un hombre insensible que apenas le prestó atención. El reencuentro con su antiguo amor parece la reunión de dos amigos del pasado, aquellos que tuvieron un fuerte vínculo y, por un malentendido, ese lazo se perdió. Lo que empieza como un drama con hermosas escenas de prados y campiña francesa empieza a tornarse como un combate cuerpo a cuerpo verbal, dialéctico, entre Ella y Él.
Apenas hay otros escenarios, Doillon expone su faceta más teatral. El realizador continúa con su cine de jóvenes protagonistas, aunque ahora la inexperiencia se la otorga a él y no a ella como es costumbre, con fuertes desamores y angustias. Sin embargo, el cineasta se desata, se relaja, se apasiona, y todo a través de dos personajes con caracteres ambivalentes. Todo empieza con cierta antipatía, reticencia, como en las comedias románticas, pero aquí no hay opción a cenas a la luz de la luna y calles parisinas. En esta propuesta hay discusiones, conflictos, tensiones sexuales no resueltas.
Todo radica en sus dos actores: Sara Forestier y James Thierrée (nieto de Charles Chaplin). Ella deja de lado su faceta de peligrosa ninfa que ya exhibió en 'El amor es un crimen perfecto' para mostrar su lado más rebelde, más salvaje. Él muestra que la casta le viene al galgo, se muestra domado, dominante, enamorado, cambiando las acrobacias físicas de su otra profesión por acrobacias emocionales.
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mapizarrodacosta
Se abre el telón con la presentación de una mujer, aparentemente, frágil, que viene del funeral de su padre, un hombre insensible que apenas le prestó atención. El reencuentro con su antiguo amor parece la reunión de dos amigos del pasado, aquellos que tuvieron un fuerte vínculo y, por un malentendido, ese lazo se perdió. Lo que empieza como un ...Leer más