Un gran trabajo sobre todo visual

Moulin Rouge es una película que trata temas que muchos otros films pueden haber tratado o podrían tratar en adelante, pero con un encanto y una ternura visual que la hace única.

La estética de la película se vuelve exquisita y nos muestra una descripción perfecta del ambiente de la época, utilizando unos recursos que a algunos espectadores puede resultarles recargados , pero que caracterizan propiamente el mismo contexto de la trama. El espíritu romántico desborda las escenas y encontramos elementos visuales (como por ejemplo la pistola de gran desproporción que choca con la torre Eiffel) rozan la exageración pero, que "carámbanos", le dan esa esencia al film. Contiene una frescura y un cuidado que nos llaman a verla continuamente, a pesar del tiempo que pueda pasar desde la primera vez que la descubrimos.

Moulin Rouge innova totalmente la estética y la forma en la que se lleva a cabo. La música no deja nada de desear. La recopilación de clásicos se adaptan al público más joven y refrescan a los espectadores más mayores con una genialidad y originalidad impresionantes, con ejemplos como "Roxanne" de The Police o "Show must go on" de Queen.

Encontramos una mezcla de gran belleza e imaginación, espejo de un grandioso trabajo y que será buenamente apreciado por el público abierto y sensible a nuevos métodos y formas de representación cinematográfica.

La fotografía es fantástica y la luz y los colores contienen una magia especial. Nicole Kidman, Ewan Mcgregor y el resto del reparto se merecen buena nota con creces.

En definitiva, una película con la que muchos no estarán conformes pero que cautivará a otros muchos tantos. Imposible dejar indiferente al público y a mí, personalmente, me encanta.