Misterio funcional

Con un resultado elegante y un reparto plagado de estrellas, esta nueva adaptación cinematográfica de la famosa novela de Agatha Christie resulta bastante entretenida y, más o menos, satisfactoria. Teniendo en cuenta que las historias de la famosa escritora de misterio se plantean como un juego, quienes hayan leído el libro o hayan visto la versión de Sidney Lumet, probablemente, la disfruten con algo menos de entusiasmo, puesto que la sorpresa, en estos casos, tiene más peso que la propia historia. El filme está muy cuidado, tiene buen gusto y un aroma clásico muy interesante aunque, en algunos momentos, se carguen su atmósfera añadiendo algunas escenas de acción o unos burdos efectos especiales totalmente innecesarios. En general, tiene una calidad aceptable, sobre todo, a nivel interpretativo, aunque muchos de sus intérpretes están algo desaprovechados. La excepción a este respecto son Michelle Pfeiffer y Kenneth Brannagh que son los únicos que tienen algo de lucimiento. A pesar de todo, la propuesta no consigue aportar demasiado a otras versiones que hayamos podido ver anteriormente. La única novedad de verdad relevante son sus añadidos con intención de convertirlo en una franquicia. Pero esto no ayuda demasiado a los problemas de este tipo de adaptaciones como el exceso de información y sus trampas narrativas.