Never Steady, Never Still

'Never Steady, Never Still' es la primera película de Kathleen Hepburn. Es una historia tierna pero desoladora sobre una madre, físicamente incapaz, y su hijo descontento. Tras haber convivido con la enfermedad del Parkinson durante dos décadas, Judy se enfrenta a los retos de la vida diaria cuando la tragedia golpea en su hogar a orillas del lago. Mientras, Jamie, su hijo adolescente, es empujado por su padre a encontrar un trabajo en las plataformas petrolíferas luchando con la ardua tarea de convertirse en un hombre en un mundo donde no hay cabida para la debilidad.

La película está inspirada en la propia lucha de la madre de la directora, que luchó contra el Parkinson durante casi 21 años.